Todo empezó con un sueño. Buscábamos algo que no encontrábamos en la web. Sí, sabemos que en nuestros tiempos es difícil no encontrar lo que buscamos… pero así era. Necesitábamos alguien que nos aconsejara sobre cómo adaptarnos a un mundo que gira intempestivamente, o sobre cómo afrontar el ritmo vertiginoso que llevan nuestros hijos, alguien que nos animara como padres y que nos dijera que no todo está perdido. Es más, que nada está perdido.
Teníamos el corazón enrededado, lleno de amor y buenas intenciones, pero también de dudas e incluso temores. Y por eso nació Niu. Sí, es como que Edison hubiera inventado la bombilla porque no tenía dinero para comprar velas. Así nos sentimos. Niu es pregunta y respuesta al mismo tiempo. Y confiamos que así como nos ha ayudado a nosotros a desenredar nuestro corazón de padres, también sea un lugar de respuesta para nuestros lectores.
Queremos ser la primera revista digital en hacer periodismo para padres.
Nuestro nombre nació de un vocablo catalán que significa nido. Niu es ese lugar donde todos podemos crecer, cobijarnos y alimentarnos para luego acompañar a nuestros hijos en la aventura de crecer en un mundo complejo y que nos reta a cada minuto.
Las soñadoras detrás de esto tenemos dos nombres. Uno universal que es mamá, y otro el que nos dieron al nacer:
Beatriz Descamps: Emprendedora, el eje de mi vida es la familia. Creo que los valores son el código para una vida equilibrada en este tiempo en que el modelo de familia ha cambiado. Soy fundadora de la revista Enmicasa.com, tengo 28 años de casada y soy mamá de 3 jóvenes adultos. Sigo en el aprendizaje de la comunicación asertiva.
Andrea Sánchez: Mamá de dos niñas, una en la tierra y una en el cielo. Diseñadora Gráfica en la vida real y amante de los libros, del arte y de las innovaciones gastronómicas en la vida ideal. Creo fielmente en que la paternidad es una evaluación constante, diaria, para toda la vida, y que el resultado de nuestro trabajo lo veremos siempre en las acciones de nuestros hijos.
Andrea Motta: mamá de seis hijos. Soy lectora empedernida y genéticamente despistada. Escribo para cerrar mi círculo vital. Soy comunicadora de profesión pero filósofa de corazón…