Cuando me dijeron que el desarrollo de mi pequeño no era el esperado para su edad, mi primera reacción fue negarme a aceptarlo, justificar su comportamiento y encontrarle una explicación a todo.
Sin embargo, mi corazón de madre me indicaba que debía prestar atención y buscar la ayuda adecuada para saber realmente qué estaba pasando. El hecho de ser madre primeriza no me ayudó a darme cuenta más temprano de las señales en mi pequeño.
La detección temprana es fundamental para iniciar tratamiento y lograr una intervención precoz, pues durante esa primera etapa de vida la ventana de oportunidad para el aprendizaje es mucho mayor.
Por la misma razón quiero compartir con ustedes información que considero valiosa, señales y comportamientos que ayudan a detectar el Trastorno del Espectro Autista (TEA).

- Hipersensibilidad o hiposensibilidad a los estímulos
- Mirada fija y poco modulada o ausencia de contacto visual y contacto pobre
- Llanto difícil y rabietas o apatía e inhibición
- Sonrisa postiza, congelada y fija o con risa como acto de reflejo no social
- Conductas repetitivas y con poca variabilidad
- Ausencia de balbuceo
- Poco o ningún interés en relacionarse
- Movimientos estereotipados
- Rigidez mímica
- Pánico delante de extraño o indiferencia ante él
- No responde a su nombre
- No señala objetos
- Ausencia de imitación o imitación mecánica
Presten atención a su instinto, cualquier inquietud es válida y un profesional les puede orientar. Tengan presente que la intervención temprana es clave para ayudar a su pequeño.
No se sientan solos, no lo están.
Muchos compartimos la lucha y con la ayuda adecuada verán cómo su pequeño sobrepasa cada uno de los obstáculos presentes en su desarrollo.