¿Qué pasa con las etapas que se acaban? Como mamás hay etapas con las que “aprendemos a vivir”.

Aprendemos a dormir sintiendo movimientos de nuestro cuerpo mientras estamos embarazadas. Aprendemos a desvelarnos y sin darnos cuenta llegamos a un punto en que dormir 4 o 5 horas de corrido nos parece una noche espléndida.

Aprendemos a despertarnos a las 5:00 a.m. como algo normal y a dormirnos a la hora en que acaben nuestros hijos de hacer tareas y nos sentimos totalmente descansadas a la mañana siguiente.

Pero, ¿qué pasa cuando dejan de existir los momentos en los que nuestros hijos nos necesitan?

¿Qué pasa cuando el bebé deja de despertarse cada dos horas?
¿Cuántas veces te has sorprendido velando el sueño de algún hijo por si, en algún momento, nos necesita?
¿Qué pasa cuando ya no necesitan que hagas tareas con ellos?
¿Qué pasa cuando ya no sos “necesaria”?

Hace poco leí un mensaje que creo que les compartí en el que decía que una buena mamá es la que deja de ser necesaria… Pero ¿qué hacemos las mamás cuando ya no lo somos?, ¿qué hacemos con todo lo que, según nosotras, falta darles a nuestros hijos?

La semana pasada nos fuimos a pasar una semana de honey moon con mi marido y nos animamos a dejar a los niños solos en la casa… al regresar nos dimos cuenta que, efectivamente, lo habían hecho muy bien. Tan bien que me hace pensar -aunque sé que no es del todo cierto- ¿cómo es posible que no me necesiten?, ¿cómo pudieron estar bien sin mi?

Las mamás somos seres complejos porque a pesar de que dedicamos nuestra vida a conseguir que nuestros hijos sean independientes y felices sin nosotras… no siempre estamos preparadas para que puedan estar bien sin nuestra “plena supervisión”…

Esta semana que pasó recibí una gran lección: sí, hay que educar a nuestros hijos para que sean independientes, autónomos y seguros de ellos mismos… Pero el mayor desafío es educar nuestro corazón y nuestros sentimientos para que estemos listas en su debido momento a dejarlos ser independientes y autónomos.

Aunque sé que fue un experimento y que falta algún tiempo para eso, pensé que es importante para las mamás tener algo más que llene nuestra vida y nuestro corazón para no ser una carga emocional para nuestros hijos.

Es importante dejarlos ser… (aunque nos toque hacer de tripas corazón).

Mujer, esposa, madre de cuatro niños, hija, amiga, hermana, tía. Imperfecta, alegre, enamorada.