En estos días, las mamás no sabemos si dejar a nuestros adolescentes ir a las fiestas, si dejarlos encerrados, si hablar con otros papás (por pena)… Nos sentimos un poco confundidas porque pensamos que la calle es sinónimo de la perdición absoluta en donde se contaminarán de malos vicios nuestros pequeños angelitos.
¿Qué hacemos como mamás imperfectas para proteger a nuestros adolescentes? Lamentablemente, en las fiestas a las que están invitados, la presencia de alcohol y algo más, es de siempre.
Partiendo de eso, pienso que en vez de preocuparnos debemos OCUPARNOS. Ocuparnos en desarrollar una estrategia familiar y llevarla a cabo para buscar una realidad con la que nos sintamos cómodas o por lo menos con un poco más de control sobre la situación.
Lo más importante, es cuidarnos de no adquirir el Síndrome de mi Hijo Nunca (SHN) que es nefasto para la educación. Si tenemos este síndrome será imposible detectar conductas peligrosas en la vida de nuestros patojos, porque deja ciegas a las mamás y les anula el sentido del olfato después de las fiestas.
Es más… altera tanto la percepción de la realidad, tanto que podemos llegar a creer que nuestro adolescente está vomitando porque «le cayó mal la pizza» que había en la fiesta y no darnos cuenta que podría ser por algo más…
Les comparto la estrategia familiar que tenemos en la casa, haciendo la salvedad que no es necesariamente correcta y puede ser distinta en cada casa además de que podría ser que no siempre funcione…
- Mis hijos no tienen permiso de ir a eventos abiertos que están puestos en las redes sociales.
- Mis hijos no tienen permiso de comprar y llevar alcohol a las fiestas.
- No tienen permiso de tomar ni fumar nada.
- Nosotros, sus papás, somos quienes los dejamos y recogemos en las fiestas, salvo contadas excepciones.
- Hablamos con ellos antes, durante y después del evento. (Pero no como interrogatorio, sino como papás que los quieren, los cuidan y quieren ser parte de sus vidas).
- Luchamos con todas las fuerzas por no adquirir el SHN.
Por supuesto que lo anterior es la teoría.
Pienso que por ser mamás imperfectas que luchamos por que nuestros hijos sean autónomos, autosuficientes e independientes, debemos arriesgarnos a que vivan su libertad, aunque con límites. Eso significa que hay que educarlos, dándoles cuotas de libertad y enseñarles poco a poco a manejarla. Hay que tomarnos el riesgo de que actúen mal y confiar en que actuarán bien por propia elección.
Algunos días nos irá súper bien y otros súper mal, cuando lleguen los días malos debemos hablar con ellos, hacerles ver sus errores y cumplir las consecuencias previamente establecidas, para volver a intentarlo un tiempo después. (Pero por favor hablemos con ellos cuando estén sobrios… no a media borrachera).
La meta de los padres debe ser que los adolescentes se comporten de manera adecuada en cualquier lugar y en cualquier circunstancia, porque a ellos se les da la gana, no porque nosotras los agarramos con la chancla si se portan mal.
Hay que ser honestas, es más fácil portarse mal cuando el ambiente se presta, y es más fácil portarse bien cuando estamos rodeados de gente buena.
Por eso también es importante filtrar los eventos a los que van. Y para eso estamos las mamás porque los patojos querrán ser la sal de todos los platos y el perejil de todas las tostadas. Es trabajo de nosotras como mamás imperfectas ponerles freno, definir cuántas fiestas al mes, bajo qué circunstancias, etc…
Una herramienta adicional son los padres de los amigos de nuestros hijos. Es importante conocerlos y tener una comunicación con ellos. Comunicación asertiva y positiva con el objetivo de cuidar a nuestros hijos. (No de chisme)
Siempre encontraremos esa mamá imperfecta que, como nosotros, está tratando de hacer las cosas bien. Cuando tengamos, dudas hay que llamarlas. En mi caso, es usual una llamada antes de alguna fiesta sospechosa.. ¿tú conoces a la persona de la fiesta? ¿qué sabes de él o de ella? ¿De sus papás? ¿Tu hijo va a ir?
Ojalá les sirvan estos tips. Agradezco miles los comentarios con ideas porque esta mamá imperfecta está pasando por lo mismo que ustedes.
