Tres años cumple este blog y parece que la vida se ha ido deprisa. Repaso algunas historias y aventuras y cada vez me encanta más la idea de escribir sobre la vida diaria. Siempre hay algo a que sacarle «rollo» y retratarlo semanalmente.
La Marimba es ahora un término con el que me encuentro por todos lados. Cuando nos saludan, nos identifican, nos preguntan por nuestra familia… siempre sale a bailar la Marimba. Y me encanta que baile al son del cariño de la gente que nos lee o está pendiente de nuestras noticias. Siempre pienso, que una de las ventajas al hablar con nosotros es que no hay que preguntar por el clima cuando se quiere iniciar una conversación… es más común que la plática inicie por los marimberos y termine con un cordial saludo para toda la humanidad que vive en mi casa.
Muchas cosas han cambiando desde que escribimos, muchísimas. Me encantaría citar una de cada miembro de mi familia, pero no sé si ellos querrán ventilarlo en un balcón virtual. Entonces, les cuento lo que ha cambiado en mí.
A mí me encanta pensar, preguntarme y curiosear por todo tipo de asuntos. Y cuando no tengo tema para escribir es quizá cuando descubro los mejores aspectos de nuestra vida familiar. Las entradas más leídas han sido producto de viernes sin tema evidente, pero que sin darme cuenta y sin quererlo he escrito sobre algo a lo que le había dado mil vueltas y cuando lo publicamos tuvo un verdadero pegue. Así sucedió por ejemplo con Verde de la envidia o ¿Con s de dólar?
Además, me entusiasma compartir experiencias con otras mamás. Algunas nos cuentan sus estrategias, aportan ideas, dan luces sobre los asuntos que nosotros tenemos atravesados… otras, nos preguntan sobre algo que está sucediendo en su familia o nos comparten una noticia inesperada o simplemente quieren escuchar porras y animarse a emprender esta maravillosa aventura llamada familia. ¡Es increíble cuántas relaciones hemos podido cosechar gracias a este blog!
Y por último, la Marimba ha sido uno de los mejores medios para descubrir qué es lo que verdaderamente me apasiona hacer (quizá lo sabía desde antes pero no lo practicaba y entonces no estaba del todo convencida). Amo escribir. Así es mi existencia: vivo, pienso lo que viví y luego lo traslado al blanco y negro. Y es en ese momento en el que mi circulo vital se cierra.
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¡Otra pachanga! El miércoles 30 la directora de la Marimba andará de manteles largos.