Marimbista invitada: Aisa de Sánchez
Soy madre de 5 hijos, hoy entre 13 y 5 años. Quería compartir una experiencia de nuestras vacaciones pasadas, tal vez a alguien le dé ideas para las próximas vacaciones.
Primero quiero empezar contando que me encanta el tema de encargos, creo mucho en él y me encanta porque como les explico siempre a los niños, nuestra casa es precisamente un hogar, no un hotel. Los encargos son sumamente formativos: fomentan la preocupación por los demás, el espíritu de servicio y la conciencia de ser útil a los otros, a la vez que se va mejorando como persona.
Era el mes de diciembre y me había quedado sin empleada. Los niños ya habían acabado los cursos de vacaciones y como les recuerdo siempre… los que están de vacaciones son ellos, no los papás. El caos reinaba en casa: pasaban horas de horas viendo tele, comiendo, haciendo desorden, ensuciando, se estaban bañando re tarde, etc… Hasta que quejándome con una amiga, ella me dijo: que la ayuden con la casa, con la limpieza.
La verdad es que siempre me han ayudado, pero es demasiado el desgaste porque no es que lo hagan con tanto gusto. Ese mismo día empecé a darle vueltas a la idea, pero decía… ¿cómo hago para que de verdad quieran hacerlo? Y es que trabajo desde casa como diseñadora, estoy en casa pero a la vez estoy súper ocupada… estoy pero a veces pienso que parece que no estoy. Hasta que se me prendió el foco: nombraré un «capitán». Este fue el plan:
1. Objetivo: que estén ocupados, que llenen su tiempo productivamente.
2. Medios:
– Habrá un capitán por día
– Mamá entregará al capitán al principio del día un papel con un horario que incluía las tareas y encargos del día, ratos libres para jugar, tiempo para ver tele, ir donde algún amiguito, hacer ejercicio, etc.
3. Motivación:
– Para las tareas de limpieza habrá una paga de Q5 por día o tarea doméstica
– Quien cumpla con sus encargos del día tendrá una recompensa de «derecho a jugar 45 minutos compu»
– El capitán tiene derecho a elegir su programa de televisión favorito.
4. Control o seguimiento:
Hacia las 4pm era la reunión de mamá-capitán. Seguidamente era el tiempo de compu y las pagas de salarios.
¡Manos a la obra!
Las tareas consistían en…
-ayudar a guardar los trastes limpios
-bajar la ropa sucia
-ayudar a tender la ropa
-vaciar los basureros
-recoger juguetes / ordenar
-limpieza con trapo
-barrer
-trapear
-ayudar a preparar las refacciones
-ayudar a preparar el fresco
-ayudar a recoger el comedor y cocina después de las comidas.
Los encargos:
– dar de comer a las tortugas y cambiarles el agua algunos días
– dar de comer a las gallinas y traer sus huevos a la cocina
– regar ciertas plantas
– regar el jardín
Lo que no podía faltar:
– cada uno tiene que hacer su cama siempre, aunque los pequeños con ayuda de mami…
– todos los días tenían que hacer algo de ejercicio… a libre elección: un rato de liga o jugar tenta, o bicicleta en el callejón.
– guardar los juguetes que hayan sacado
– leer
Resultado:
No se crea nadie que los niños hacían una limpieza de lujo… pero su esfuerzo era suficiente para que la casa se viera «habitable», yo me sentía bastante aliviada por el tema tanto de la ayuda como de saber que no estaba fomentándoles el hábito de no hacer nada. Igual el tiempo de limpieza lo hacían en menos de una hora.
Ah, y la hermana menor de 4 años no hacía nada sola… en casi todo era la acompañante, pero si no ayudaba era un lío… alguito tenía que hacer. Pero casi siempre tuvo los encargos más fáciles.
Tuve que recordarles a los capitanes que no sean tiranos, o chillones porque no les hagan caso. El capitán sólo dará cuentas a «la gran capitana» sobre quién cumplió con sus encargos y quién no, no tiene que pelear con nadie. Será mamá quien dé las pagas y recompensas.
Hubo algún capitán que no dio cuentas y quiso ver 3 horas tele… él perdió un turno para la siguiente vuelta, y no tuvo su rato de compu en la tarde. ¡Claro, los hermanos lo delataron! Y como todos quieren ser capitanes…
Aprendí que las pagas deben ser prontas, mejor si el mismo día, pues el interés va decreciendo cuando no «ven» la paga pronta.
Esa fue la primera Navidad que mis hijos DABAN REGALOS DE NAVIDAD. Apenas si pudieron regalar al núcleo familiar eligiendo en algún 9.99 cercano, pero se sentían tan satisfechos y felices de dar. Se dieron regalos entre ellos, fue tan emocionante… desde ir a hacer las compras, esconder las cosas de sus hermanos y valorar lo que al otro le costó.
Este año seguro repetiremos el plan, a ver cómo lo mejoramos…
¿Cómo pueden unos niños sentirse motivados por Q5, por un rato de tele o de computadora?
Primero tengo que aclarar que a mis hijos que casi nunca les doy dinero «de gratis». ¿Acaso no dice el dicho inglés que «no hay almuerzo gratis»? Y tampoco les pago porque me ayuden a hacer su cama, porque cumplan un encargo o porque me ayuden a buscar algo que se me ha perdido.
Luego, contarles que en casa sólo tenemos una tele. Suficiente. Sí, se pelean por el programa porque no todos quieren ver lo mismo, pero esto mismo le enseña a ser más aguantadores y a negociar, aptitudes importantes para la vida. Si cada uno tuviera tele, quién sabe cuánto jugaran entre ellos, y cómo haría para controlar tanta tele en la casa.
Lo que sí hay en casa es mucha compu… algunas más viejitas, otras más nuevas… por lo menos tenía para sentar a los niños en un solo turno todos al mismo tiempo, o de 2 turnos. Así también era fácil ver qué jugaban… y era sólo un ratito.
No, no tenemos Nintendo ni Playstation ni nada de eso… de momento me parece que seguimos sin necesitarlos. Sería otra cosa contra la que tuviera que luchar… otro distractor de las tareas del colegio o del hogar.