La cuarentena está llevando al límite nuestros cerebros (por lo menos, el mío sí). Hemos tenido que tomar todos nuestros roles de golpe sin previo aviso y sin división de tiempo. Pero ha sido también una genial oportunidad para retomar ese tiempo en familia que añoramos siempre.
Nuestros hábitos de entretenimiento han debido evolucionar… nosotros hemos encontrado 5 formas geniales y de bajo costo para distraer a nuestros hijos de todas las edades durante la cuarentena.
1. Guerrita de globos
Baratos, disponibles en tiendas de barrio y te garantizan risas, persecuciones y competencia en equipos. Además con estos calorones, pues no cae nada mal refrescarse a medio día.
2. Juega una trivia con Kahoot
Hay trivias ya hechas de mil temas. Pueden resolverlas de forma individual o en equipos (es mejor…jejeje) Pero, la verdadera clave es hacer una de tu propia familia. Se reirán mucho respondiendo. Y después de cada pregunta, Kahoot te muestra el punteo de cada uno, por lo que se vuelve felizmente competitivo.
3. Una fogata en el centro de tu patio
Es delicioso. Nosotros nos hemos organizado ya en dos ocasiones y la pasamos muy bien, no solo por lo que comemos sino también por el ambiente en el que podemos conversar rico.
No tenemos un patio grande, ni verde; lo hemos hecho en un espacio que está en la entrada de nuestra casa. Mi esposo prepara lo que vamos a comer y luego en una miniparrilla, hacemos «la fogata». Hemos asado salchichas, angelitos, longanizas… Ponemos música y nos reímos a la luz de la luna.
4. El tamaño no importa
A mis hijos pequeños les encanta piscinear. Teníamos un artefacto en casa que justo dejó de funcionar al inicio de la cuarentena. Pero, ¡sorpresa! mis hijos fueron felices por semanas «veraneando» en una piscina para bebés que apareció en mi casa no sé por qué. De esas redonditas, pequeñas. Nunca habíamos vuelto tan rentable una piscina como esta vez.
5. Experimenta en la cocina
No es tan loco, lo sé. ¡Pero qué satisfacciones da! Al inicio de la cuarentena uno de mis hijos se anotó para empezar a preparar postres e hizo un cheesecake de Oreo. Todos con la pancita llena y el corazón contento. No hemos cocinado tantas cosas nuevas como quisiéramos, pero será una meta para los próximos días. No hay nada que dé más alegría e ilusión que algo riquitín en la mesa.
