Esta semana, Ximena hizo el propósito de levantarse más temprano que de costumbre porque tenía la ilusión de llegar antes al colegio y  ser la elegida para dirigir la oración de la mañana.  Y Fátima, a quien le cuesta más trabajo levantarse, se comprometió con Ximena a madrugar un poco más para contribuir con la meta de su hermana.
Anneliese estuvo muy ilusionada porque llevaría en su mochila el primer cuaderno con su nombre y Emilio estaba encantado porque la refa incluiría su galleta de chocolate favorita.
Cuando me pregunto qué es lo que hace que estos chicos y seguramente también los suyos se levanten todos los días (incluidos los fines de semana) tan de madrugada con mucha más agilidad y disposición que nosotros, siempre concluyo que es porque cada día despiertan con una ilusión…
¿Y nosotros? Hemos de ilusionarnos con nuestros hijos, la piñata del fin de semana, ese baile del sapito del colegio, su proyecto de la U…

Autor Renato Contreras

Soy mamá de seis hijos y directora editorial de Niu. Me confieso como lectora empedernida y genéticamente despistada. Escribo para cerrar mi círculo vital.