Cuando se convive con niños, uno debe estar preparado a escuchar de todo. Acá reseñamos algunas frases, observaciones, preguntas y demás ocurrencias de los cinco filósofos enanos que nos rodean.
«¡Mis felicitaciones al chef!« Cuando Ximena dice eso, quiere decir que la comida verdaderamente estuvo rica. Tiene un exigente paladar y un olfato que jaaa, jaa!
“Cuando vamos a ir a Canadá a ver la cascadita» (o sea las Cataratas del Niágara). Emilio.
¿Cuándo me vas a presentar a la Virgen de Ximena? Ximena. Es lógico, para ella que si Fátima tiene “su Virgen”, ella también debe tener la suya.
“Cuando sea grande, quiero ser cómo la Madre Teresa de Calcuta. Quiero ayudar a los pobres. Pero también quiero ser bailarina. ¿Mami, será que puedo hacer las dos cosas?» Fátima.
“Yo siempre que salgo del colegio me despido de la María” (es decir, de la Virgen).
Anneliese.
¿Por qué mi mami es cafecita? Fátima.
Ximena me preguntó:
– ¿Para qué sirve el maquillaje?
– Para cubrir las imperfecciones, le dije yo mientras me dibujaba el paisaje.
– Mmm… pero a ti no te las cubre.
– ¡%*^$
“Un perro quería morder al Rabito y nos asustó. Pero yo mañana voy a ir con la policía para que le ponga una multa al dueño. La casa es la 63, R.” Anneliese.
¿Por qué la abuelita se ríe tanto? Emilio.
Las palabras clásicas de
Nícolas:
Afa (jirafa), anja (naranja), pacha, papá, mamá, nena, eia (Lesbia), AMO (te amo). Cuando pronunció esta última, su mami anduvo subida en una nube como por una semana.
– ¿Por quién vas a votar?
– No sé
– ¿Por qué?
– Por que ninguno me parece muy honesto (tratando de eludir la pregunta)
– ¿Qué es honesto? Y va la explicación
A las dos semanas
– ¿Por quién vas a votar?
– Por el Fulano
– ¿Por qué si me dijiste que no era honesto? Y entonces hay que sacar todos los conocimientos de ciencia política, bien común y retórica que a uno se le puedan ocurrir.
Algo le había pasado a Ximena en el colegio, yo la escuché y algo le dije que le llegó al corazón, entonces tuvo a bien dejarme una nota en mi agenda: Tú eres una madre muy especial para mí y nuestra familia. Una soledad muy buena y bondadosa. Tú me haces sonreír ante los problemas de familia. Eres la mejor inspiración del mundo y de la familia. Te quiero mucho. Con palabras como éstas nos premian muchas veces nuestros hijos. Creánme que si por cualquier circunstancia, tengo un día difícil, siempre acudo a mi notita de la agenda.
Si quiere más filosofía, puede leer Preguntas filosóficas a padres… a padres… (dejémoslo sin adjetivo)