Hace una semana fuimos al teatro con Fátima, mi segunda hija. Era la segunda vez que yo veía la obra y debo confesar que desde la primera ocasión, imaginé cómo reaccionarían algunos de mis hijos al ver en escena La lista de Schindler.

En casa, hemos visto la película con algunos de mis hijos; pero puedo decir que nada se compara con la emotividad de presenciar la actuación magistral del elenco que la montó en escena este año.

La velada prometía. Primero, porque con seis hijos a veces es complicado tener un espacio a solas con cada uno; y este era un espacio perfecto para platicar con Fátima. Luego, porque siempre he pensado que hacer buen teatro en Guatemala es de valientes. No cualquiera lo hace y lamentablemente, no todo el público lo valora.

Es más tentador pagar por entrar a ver una comedia que podría rayar en lo insustancial, que dedicar tiempo y recursos para pagar una obra que nos hará reflexionar.

Fotografía: Productora Quinta Columna

La historia de la Lista de Schindler tiene un ritmo y un argumento que envuelve, las actuaciones conectan realmente con los espectadores, la musicalización es buena y aporta mucho al sentimiento que la obra despierta mientras las escenas transcurren.

Al concluir la obra, le pregunté a Fátima si creía que el teatro conmovía más que el cine. Me respondió que sí y que seguramente era porque uno podía ver encarnadas las emociones en alguien cercano.

Indudablemente, el buen teatro puede aportar mucho a la educación de nuestros hijos. Gracias a él podemos hablar de justicia, empatía, solidaridad…, además de educar nuestro sentido de la belleza. Esta obra en concreto es muy conmovedora, no solo por la realidad que presenta sino también porque ilustra cómo una persona puede transformar un entorno e impulsar un verdadero cambio aunque eso suponga un sacrificio personal grande. Y esos ejemplos resultan muy enriquecedores para nuestros retoños. Yo la recomendaría para adolescentes y jóvenes, pues tiene escenas que podrían impresionar o no ser comprendidas por los más pequeños.

Créditos vídeo: Productora Quinta Columna

Si quieres presenciar esta obra, se presentará por último fin de semana este viernes 18 y sábado 19 de agosto en Solo Teatro. Estudiantes con carné y universitarios pagan Q100.00, público general, Q150.00. Un porcentaje de las entradas será donado a los diplomados de Enlace AC Guatemala, que trabaja capacitando maestros de educación pública.

Soy mamá de seis hijos y directora editorial de Niu. Me confieso como lectora empedernida y genéticamente despistada. Escribo para cerrar mi círculo vital.