Por: Renato Contreras
Ante muchas o muchisimas situaciones que a diario se repiten con los chicos, suelo hacer un ejercicio que resulta siempre muy eficaz, y dicho ejercicio consiste en subirme a la máquina del tiempo? Yo les explico:1. Son las 9:00 p.m. de un día jueves la mente y el cuerpo piden un shot down, Emilio y Nícolas pareciera que acaban de empezar su día y están llenos de energía, asi que piden insistentemente que juguemos un partidito de fut en nuestra sala de de 3×3 mts. La respuesta automática debiera ser NO, asi que me subo a la máquina del tiempo y pienso en ese momento en el que mis hijos estén creciditos y ya no quieran jugar conmigo e inmediatamente respondo SI aunque la chamasquita dure soló 10 minutos disfrutamos un gran momento.
Ximena fue invitada a la piñata de una de sus mejores amigas. Con suficiente tiempo de anticipación empezó a recordarme diariamente el día y la fecha del evento, usualmente no tengo ningún inconveniente en acompañarla, pero ese día almorzamos a toda prisa y antes de partir le dije Ximena te voy dejar y luego te recojo. Me rogó insistentemente que me quedara con ella, me subi a la máquina del tiempo y pense «cuando Ximena tenga 15, el que tendra que rogarla para quedarse tendre que ser yo».
Papi me contas un cuento. Esta frase suele sonar al último momento del día cuando ya tengo un ojo abierto y otro cerrado, es una petición que no sé a qué edad los hijos dejan de pedir, pero estoy seguro que es una de las cosas que los papás más extrañan hacer con sus hijos, sobre todo en aquella edad en la que cierran sus oídos a nosotros, asi que venzo mi cansancio y compartimos un cuento maravillosamente improvisado.
Durante esa aventura de ver crecer a nuestros hijos surgen un sin fin de oportunidades para decirles que SI a nuestros pequeños ante esas peticiones sencillas y pequeñas que lo único que requieren es decir que no a nuestro cansancio y otras muchas a nuestra comodidad.
Aunque nosotros hemos tenido la dicha de repetir constantemente las distintas etapas del crecimiento de los chicos y chicas que aún no superan los 10 años, dentro de muy poco hay etapas que no volveran, y cuando pienso en eso digo para mis adentros: «Andrea y Renato puede que eso no se repita, aprovechenlo ahora, no importa el cansancio, si no tienes ganas, hemos de sonreír, renovar fuerzas y vivir al máximo sin reservas, con alegría y entusiamo cada nota que toquen nuestros marimberos…
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