¡Al fin, regresamos!
La larga y obligada ausencia en este blog, me ha llevado a preguntarme ¿a qué renunciamos las madres? Y aunque no he escrito, créanme que mil respuestas han dado vueltas en mi cabeza. Podríamos decir que el día a día aporta cientos de respuestas a esta pregunta.
Renunciamos a tener zapatos de colores y a comprar los neutros que nos van con todo… (algo ahorramos allí)
Postergamos una y otra vez el alisado para tener cabello de diosa (y si no por lo menos de Pantene) porque tuvimos enfermos en fila a varios chiquirrines…
Decidimos que podíamos remendar nuestra bolsa por tercera vez, porque todo se descompuso al mismo tiempo.
Creo que podría enumerar mil renuncias, pero luego de pensar una y otra vez creo que la más importante que hacemos es renunciar a nuestro amor propio cuando descubrimos que hay un amor incondicional. Y entonces, todo puede esperar.
______________________
Gracias por extrañarnos ;o).
Notición: El martes 3 de junio es el cumple del Sebas, el sol de nuestra marimba.