Dos de mis mejores amigas tienen hijos así que, para este artículo, me puse a pensar en todas las conversaciones que he tenido con ellas sobre las reglas de etiqueta con recién nacidos y también sobre las frases que no les agradaba oír cuando acababan de tener a sus hijos.
Primero vamos a hablar sobre las reglas básicas a observar con los recién nacidos:
- Procura no visitar en las primeras 24 horas, tanto bebé como mamá necesitan descansar y este es un tiempo para estar a solas como familia.
- Lo ideal es siempre avisar antes de llegar de visita para asegurarnos que sea un momento apropiado. Es esencial respetar también los deseos de la madre: si no quiere visitas, no la vayas a visitar.
- Si la mamá está dando de mamar, es esencial darle privacidad. Recuerden que son los primeros momentos que está con su bebé y que puede que sea la primera vez que esté dándole de mamar.
- No cargues al bebé a menos que los padres te den permiso. Lo ideal es esperar a que ellos digan: “¿Lo quieres cargar?” y jamás hay que presionarlos para que te dejen cárgalo.
- Es importante no besar al bebé, recuerda, es recién nacido y aún no tiene sus vacunas.
- Si vas a tomarle fotos, pregunta primero y pregunta también si las puedes subir a tus redes sociales. Hay que respetar los deseos de los padres. Si te dan el visto bueno, ¡no uses flash!
- Las visitas, tanto en el hospital como los primeros meses en casa, deben ser cortas. De no más de media hora. Tanto mamá como bebé necesitan descansar y acostumbrarse a la nueva vida que están llevando.
- Si vas a ir a conocer a un recién nacido, procura no perfumarte demasiado o llegar con olor a tabaco. Recuerda que es un bebé que acaba de salir al mundo y aún es muy sensible a todo tipo de olores.
- Habla en voz baja, ¡sobre todo si el bebé está dormido!
EN CUANTO A LAS FRASES, HAY MUCHAS QUE EVITAR, PERO, UNA REGLA GENERAL, ES NO EXPRESAR CUALQUIER FRASE QUE HAGA SENTIR A LA NUEVA MADRE COMO QUE LA ESTAMOS JUZGANDO O ESTAMOS JUZGANDO LA MANERA EN QUE HACE LAS COSAS O FRASES QUE SEÑALAN COSAS OBVIAS.
Las cinco frases que mis amigas me decían que eran las que más les molestaban, son estas:
La primera frase a evitar a toda costa es: “¡Qué cansada te ves!” Tener recién nacidos es cansado. La mamá lo sabe y el papá lo sabe, sobre todo si no tienen quien los ayude. No es muy cortés señalar esto a la madre. Ella sabe lo cansada que está: lo siente y se ve en el espejo todos los días.
La segunda frase que les caía mal era: “¡Cómo llora tu bebé!” Todos los bebés lloran, esto también es algo normal. Sin embargo, hacer este tipo de comentarios, sobre todo a madres primerizas, las puede asustar muchísimo. Primero, porque pueden comenzar a dudar de sus habilidades como madres y, segundo, porque pueden creen que entonces, algo está mal con su bebé.
“¡Sólo va a ir empeorando conforme crecen!” Eso sí no es consuelo. Definitivamente los papás de recién nacidos lo que más anhelan es poder volver a dormir más de dos horas seguidas, no tener que estar constantemente dando de comer al bebé y cambiando pañales. Lo que los hace mantener la salud mental es saber que, mediante el bebé crezca, todo va a ir volviéndose más fácil. Definitivamente las cosas también irán mejorando mientras más experiencia y rutina tienen los papás, ¡así que no los asusten!
“¿Estás de verdad contenta que haya sido niño/niña?” Esta de verdad es de las que, hasta a mí que no tengo hijos aún, me enojan. Yo creo que uno está feliz de recibir la bendición de un bebé y que el sexo es indiferente. Es un comentario muy negativo que, hasta cierto punto, denota rechazo. Los bebés no vienen con política de cambio así que por favor dejemos de hacer esta pregunta.
Por último, “¿Qué haces todo el día?” o “¿Por qué no trabajas?” a una mamá que se queda en casa. Primero, ser mamá que se queda en casa es un trabajo de 24 horas pagado solamente con amor y besos por parte de los hijos. Es uno de los trabajos más difíciles. Las madres que se quedan en casa no se pasan el día rascándose la barriga: preparan comida, arreglan a los niños, juega, organizan horarios, etc. Segundo, trabajar o no trabajar es una decisión personal. No tiene nada de malo quedarse en casa y tampoco tiene nada de malo salir a trabajar. Cada quien decide lo que es efectivo para su familia.
Estas son solamente cinco frases, pero hay muchísimas más. Lo importante es tener en mente que, como mencione anteriormente, no debemos juzgar.
CADA QUIEN TIENE DERECHO A HACER LAS COSAS A SU MANERA, CADA QUIEN SE ADAPTA A DIFERENTE RITMO Y CADA QUIEN SABE LO QUE ES MEJOR PARA SU FAMILIA.
Así que, en lugar de juzgar, mejor preguntemos: ¿hay algo con lo que te pueda ayudar? Les aseguro que se los agradecerán en el alma.