Una habilidad social esencial que debemos enseñar a los niños es la de ser buenos amigos.  Esto es importante porque las amistades son una parte integral de la vida y, definitivamente, la enriquecen.  Quiero que piensen por unos momentos en sus amistades: ¿desde cuándo son amigos? ¿Cómo se formó esa amistad? Se darán cuenta que, si bien es cierto que tienen amigos más recientes, muchas de sus amistades también surgieron en la infancia y perduran hoy en día.  En mi caso, por lo menos, mis mejores amigas son amigas del colegio, ¡con una somos amigas desde el primer día de prekínder!

Entonces, si sabemos que las amistades son fundamentales y que muchas se forman en la infancia, ¿cómo podemos ayudar a los niños a formar buenas amistades? Empieza con enseñarles a ser buenos amigos.  Una amistad requiere de tiempo y esfuerzo, requiere también de compromisos y resolución de problemas.  Es por esto que es importante brindar a los niños las herramientas no solo para ser buenos amigos sino también para encontrar buenos amigos. 

En general, ayudar a los niños a ser buenos amigos implica la enseñanza de habilidades sociales básicas como la empatía, la comprensión, el respeto, el control emocional y la tolerancia, entre otras. Pero también hay algunos consejos específicos a tomar en cuenta como:

  • Empieza por la autoestima: parte de ser un buen amigo, y de encontrar buenos amigos, tiene que ver con la autoestima.  Un buen amigo es seguro de sí mismo y no siente la necesidad de que otros llenen un vacío.  Por ende, sabe que, si Luisito hoy no quiere jugar con él porque quiere estar con Juan, esto no quiere decir que no lo quiera como amigo.  Simplemente ese día prefiere estar con alguien más.  Tampoco siente la necesidad de controlar a otros, ya que se siente seguro de sí mismo.  De la misma forma, tener seguridad en sí mismo lo protege de malas amistades que quieran manipularlo.  Así que es esencial fomentar una buena autoestima en los niños.
  • Sé un modelo a seguir: esto no me canso de decirlo y lo seguiré diciendo hasta que me quede sin aire.  Los niños aprenden más de lo que ven que delo que se les dice.  Si quieres que tu hijo sea empático, amable y confiable, debes no solo decírselo sino que modelárselo en tus interacciones con otros.

Es importante brindar a los niños las herramientas no solo para ser buenos amigos sino también para encontrar buenos amigos. 

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  • Ayúdalos a reconocer lo que los hace únicos a ellos y a sus amigos: a mí me gusta enseñarles a los niños que todos somos un color único de crayón, y que no hay ningún crayón igual a nosotros en el mundo. Hablamos mucho de cómo sería el mundo si todos los crayones fuesen exactamente iguales y la respuesta suele ser: “¡Aburrido! ¡Qué feo!” Entonces les digo que sí, que el mundo es divertido porque cada persona es única y podemos aprender unos de otros.  No todos tenemos que ser buenos para lo mismo y los animo a reconocer para qué son buenos ellos y para qué son buenos sus amigos y como esas habilidades se complementan.  Aquí, enseñamos a la vez respeto hacia la diversidad.
  • Enseña la regla de oro: tratara otros como deseamos que nos traten a nosotros es una regla clásica que se aplica al 100% de las situaciones de la vida.  Aplica también a las amistades.  Esencial también enseñarles a reconocer cuando un amigo no los está tratando acorde a esta regla.
  • Exploren juntos las cualidades que hacen a un buen y a un mal amigo: pueden usar historias, videos de YouTube o hasta hojas de trabajo que se encuentran en Internet sobre las cualidades de los buenos y malos amigos.  Discútanlas juntos, hablen sobre las cualidades positivas que sus hijos tienen y ayúdenles a reconocer en qué pueden mejorar.  Analicen tanto sus amistades como las de sus hijos para dar ejemplos de lo que hace un buen y un mal amigo. 
  • Enseña a resolver problemas: es esencial que los niños entiendan que no siempre van a estar de acuerdo con sus amigos, pero no por eso tiene que terminar una amistad.  Junto con la resolución de problemas se debe enseñar también tolerancia y respeto, sobre todo hacia las creencias de otros.
  • Lean libros y vean películas y series sobre amistad juntos: luego analícenlos, analicen las distintas situaciones que vieron y quienes mostraron cualidades de buenos amigos y quiénes no.
  • Toma en cuenta que las habilidades de formación de amistades van cambiando con la edad: un niño de edad preescolar debe aprender a compartir y ser amable.  Sin embargo, un adolescente ya debería haber dominado estas habilidades y el enfoque podría ser en mantener secretos, lealtad y no caer en presión de grupo.  El qué es un buen amigo debe ser una discusión permanente en la que los adultos deben también participar. 
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  • Prepara a los niños para el rechazo: es esencial que los niños comprendan que no todas las personas querrán ser amigos de ellos y que no todas las personas son buenos amigos. Ayúdalos a reconocer situaciones de malas amistades y cómo pueden salir de ellas.  Ayúdalos también a comprender que, a pesar de que ellos sean excelentes amigos, habrá otros niños que simplemente no quieran ser amigos de ellos y que eso está bien.  
Es psicóloga clínica egresada de la Universidad Rafael Landívar. Aparte de la psicología siempre le apasionaron la etiqueta y los buenos modales y es por eso que, con una compañera de universidad, fundaron Molly Manners Guatemala: una academia de etiqueta, modales y habilidades sociales para niños y adolescentes. Ahora divide su tiempo entre dar clases de psicología en la universidad, impartir cursos y talleres en su academia, estudiar (que también le apasiona) y pasar tiempo con su esposo y su perro Mr. Pulgoso.