Todos los que somos papás hemos sentido cómo una nube negra viene sobre nosotros cuando tenemos mil cosas que hacer y nuestros hijos nos interrumpen una y otra vez. Esta sensación de estrés puede hacer que les gritemos o que les digamos cosas desagradables que en realidad no sentimos, algo que sin duda les hará sentir mal, los lastimará y confundirá.

Dentro de estas reacciones hay dos cosas que NUNCA deberías decirle a tus hijos, no importa lo estresada que estés. Antes de decirlas piénsalo muy bien.

1. Déjame en paz
Si le dices habitualmente a tus hijos: “Déjame en paz”, “no me molestes”, “estoy
ocupada”… tus hijos empezarán a pensar que no tiene ningún sentido hablar contigo porque no te importa lo que ellos tengan que decirte. Esto hará que con el tiempo dejen de comunicarse contigo, y no podrán confiar en ti a medida que crezcan. La situación se complica gravemente cuando tus hijos sean adolescentes y no puedas objetarles que no te cuenten las cosas importantes que les ocurren, porque ellos ya habrán aprendido (y sufrido) que no te importan.

2. ¡Fuera de aquí!
¿Puedes imaginar cómo se puede sentir tu hijo si lo echas (y encima enojada) de donde tú estás? ¿Cómo te sentirías tú si tu pareja, tu mamá o alguien a quien quieres mucho te dijera que salieras para no estar a su lado? Piensa unos segundos. Pues tu hijo se siente peor, porque tú eres su mamá y tú eres su lugar seguro y de protección, su hogar.

 

Mamá de dos niñas, una en la tierra y una en el cielo. Diseñadora Gráfica en la vida real y amante de los libros, del arte y de las innovaciones gastronómicas en la vida ideal. Creo fielmente en que la paternidad es una evaluación constante, diaria, para toda la vida; y que el resultado de nuestro trabajo lo veremos siempre en las acciones de nuestros hijos.