Como sabrán, en mi casa hay cuatro adolescentes y un pre adolescente. Así que, aunque la adolescencia en casa ha pegado con más o menos intensidad dependiendo de la personalidad de cada uno, sí que hay episodios de malhumor que vienen de cualquiera de los cinco frentes.
Y como la paciencia no es mi virtud más fuerte, varias veces me he preguntado cómo hacer para que el malhumor de ellos y la impaciencia mía no resulten en grietas insalvables. Entonces me di a la tarea de buscar info y consejos para que mi misión no se convirtiera en imposible.
El punto uno y que sé que parecerá obvio, pero por lo menos yo tengo que recordármelo siempre, es asumir y tener MUY presentes los cambios por los que nuestros hijos están pasando. Las hormonas hacen de las suyas no solo en el cuerpo de nuestros hijos, sino también en su psique.

Entonces, que estén a veces contentos y a veces como la gran, no es su culpa. Si tenemos esto presente, podremos comprenderlos más fácil y nos ahorraremos disgustos.
Los sabios autores de la Guía para padres de adolescentes malhumorados, nos recuerdan que los cambios en la adolescencia, producen inestabilidad emocional y los hacen sentirse vulnerables. Ni ellos mismos saben qué les pasa, entonces puede ser que al preguntarles ¿qué te pasa? obtengamos una respuesta hostil.
Además, en su búsqueda de sí mismos, nuestros hijos pueden sentirse débiles y camuflan su frustración… sí, justo con malhumor. Entonces, las «malas pulgas» son algo normal y típico de la edad, aunque por supuesto no puedes equiparar reacciones desproporcionados o malos gestos con violencia verbal o física. Si esto sucede, lo mejor es buscar ayuda de un profesional.
Los tips definitivos para salir triunfante
Después de estas consideraciones esenciales, te comparto lo que descubrí:
- Es importante mostrarnos cercanos. Eso no quiere decir que lo agobiemos, pero sí que desarrollemos formas de hacerle saber que estamos allí para cuando lo necesite.
«El adolescente malhumorado es como un lactante que llora. Debemos calmarle, no agobiarle».

- ¿Qué esperan cuando están malhumorados? Básicamente consuelo, reconocimiento o una disculpa si ha habido incidencia nuestra en la razón de su malhumor.
- No le recuerdes sus defectos. Descubrí que, personalmente me cuesta este punto. Aunque no lo hago siempre, pero sí caigo fácilmente en señalar, en lugar de aportar. Ellos ya saben qué dificultades afrontan y lo que menos esperan es que nosotros se las recordemos y sumemos a su frustración.
- Los amigos ocupan un lugar muy importante y pueden tener una influencia directa en que emocionalmente tu adolescente esté bien o no. Aprender a reconocer que un disgusto entre adolescentes es la causa del humor pesado, te ahorrará muchas vueltas y podrás actuar con más asertividad.
- Hay que tener presente que su malhumor no es contra ti. No te quieren menos en esta etapa de la vida, todo lo contrario, te necesitan más.
Mientras más lo pienso, más me doy cuenta que -como en todo en la vida-, debemos ahogar el mal en abundancia de bien, así que hasta el malhumor más recio cederá y volverá a su sitio ante el amor incondicional y mucha, MUCHA, MUCHA paciencia.