Nuestros hijos recurren cada vez más a la tecnología para apoyarse tanto en sus obligaciones académicas como para divertirse. La tecnología se ha convertido en una de las compañías o amigos habituales de los niños.

Y como con toda amistad, los padres debemos estar vigilantes. Es vital orientarlos en cuanto a las oportunidades y los peligros de acceder a un cúmulo de información con solo dar enter o tocar la pantalla.

Algunos de los criterios que debes tener presente y mencionar a tus hijos son:

    • Google no lo sabe todo. Aunque así lo parezca. Puede equivocarse, puede remitirnos a información equivocada, puede tratar con ligereza temas que nos importan mucho. Puede darnos ejemplos que nos confunden o generalizar sobre situaciones al extremo que creamos que todos debemos pensar o actuar de manera homogénea.
    • Google abre puertas que no necesariamente nos conducen a donde queremos ir. Y por eso es importante brindar un criterio valiente a nuestros hijos. Por ejemplo, mientras buscan cierta información, puede que el buscador le remita a sitios no aptos para menores de edad. Lo ideal es que nuestros hijos tengan la capacidad de identificarlos sin acceder a ellos, pero si lo hacen por error; deben comprender que es mejor salir de ellos para no poner en riesgo su seguridad o su salud mental.
    • Si el internet es la fuente de información para las tareas, enséñales a consultar fuentes más de tipo académico que en páginas en las que corre peligro de encontrar datos no verídicos. Si es posible verificar la información, ideal. Además de ser cuidadoso, le enseñarás una de las capacidades primordiales de la investigación: leer, comparar y sintetizar.

No podemos evitar que Google sea uno de los amigos de nuestros hijos, pero sí podemos ser nosotros quienes les enseñemos cómo no perder el rumbo en un mar de información, juegos e imágenes.

Soy mamá de seis hijos y directora editorial de Niu. Me confieso como lectora empedernida y genéticamente despistada. Escribo para cerrar mi círculo vital.