Las vacaciones proveen la oportunidad de reconectarnos en familia, simplificarnos y balancear nuestras relaciones. Además, son los mejores recuerdos.
Establezcan expectativas
Antes de emprender tu viaje, conversa con tus hijos sobre lo que se espera de ellos. Establece reglas básicas, como el uso de celulares, distribución de habitaciones en los hoteles y horarios. Organiza las actividades tomando en cuenta que las horas de comer y acostarse variarán.
En el caso de niños pequeños, una merienda y entretenimientos durante el camino son recomendables. Si llevas adolescentes, sé clara en cuanto a la hora de levantarse y acostarse. Explícales que deben hacer un esfuerzo en no trasnochar, para aprovechar el día siguiente desde el desayuno. Lleguen a un acuerdo en cuanto al horario.
Aprendan
Tracen la ruta y sumen los kilómetros. Sabrán cuánto hay de un punto a otro y lo que falte para llegar. Haz paradas estratégicas según tu mapa. Involucra a los mayores pidiéndoles que investiguen sobre los lugares que visitarán y compartan algún dato curioso del lugar.
Seguros y descansados
Lleva tu auto a hacerle una revisión de llantas y motor antes del viaje. Si llevas niños pequeños, utiliza las sillas de seguridad adecuadas. Por mucho que insistan, nunca lleves a un menor de 13 años en el lugar delantero.
Minimiza las distracciones del piloto y bajo ninguna circunstancia permitas que envíe mensajes, cambie de música o revise correos desde su celular. El riesgo de un accidente incrementa 23 veces al atender el teléfono. Hagan pequeñas paradas cada cierto tiempo para que todos vayan al baño y estiren las piernas y procuren descansar bien durante la noche.