La Anécdota de la Semana

¡Me derretí!
Ya había sido dictada la sentencia… «Mami llegaría a las 16:30 hrs.» Sucedió de todo y «Mami» llegó a las 11:00 a.m., antes incluso que Ximena y Fátima descendieran del bus escolar. Cuando Ximena me vio sentada en la mesa, se le iluminó el rosto y me dijo: ¡Mami, ya viniste! ¿A qué se debe esa alegría? 

1000 formas de llamarse

A Sebastián cada hermano lo llama de forma diferente. Él solo los mira y sonríe. Le dicen:

-Gordo
-Gondo
-Gorgondio
-Mi lindo
-Sebas

-(…)


Pan con miel


¿Puede acaso un pan con jamón saber a miel? Sí.

Hace un par de semanas asistí al retiro de padres que organizaron en el colegio de Fátima para las niñas que van ha hacer su Primera Comunión.

Ante mis carreras de salir a tiempo Ximena gustosamente se apunto para prepararme mi lonchera.

Llego la hora del almuerzo, busqué mi lugarcito y abrí mi almuerzo. Y allí estaba pegadito junto a mi pan una notita que decía “Papi te voy extrañar”. Ha sido el pan con jamón más dulce que he comido.

Porque es allí cuando te das cuenta que estas sembrando en terreno fértil. Los pequeños siempre devuelven mucho más de lo que uno les da.


El poder de la compasión…


Ximena y Fátima encontraron un cachorrito abandonado y les dio tanta lástima que decidieron subirlo al bus y llevárselo a nuestra casa. Cuando yo les hablé por teléfono, no me dijeron nada. Le compraron comida… cuando Renato llegó ¡oh sorpresa!, había mascota nueva.  Mi esposito les dijo que no se podía quedar. Apenas superábamos la pena de haber regalado a Rabito y además, Sebastián está de gateador empedernido y tener un animal aumenta el margen de riesgo.

¿Y ahora qué hacemos? Gracias a Dios, Rafita (nuestra fiel señora que nos ayuda en casa) también se vio conquistada por el cachorro y se lo llevó  a su casa.  Cuando yo llegué, la conclusión que Ximena me confió fue: «no medimos las consecuencias de nuestras acciones».



Ja,ja,JA,JAAA…


Anneliese es una de las que más corre para contestar el teléfono. En una de esas me llamaron. Ella quiso fungir como toda una profesional, pero en lugar de preguntar ¿de parte de quién?, con voz de gravedad, dijo:

¿de qué parte?

Mujer de fe


Fátima
había perdido un lápiz. Estaba sumamente preocupada y levantaba hasta
las piedras de la casa para buscarlo. Yo oía que se lamentaba de su
descuido. Ximena le pidió la descripción y las generales del lápiz y
después de forma concluyente, dijo: ¡Recemos para que aparezca!… y
apareció.

¡No me mates, por favor!


Yo,
andaba gateando del cansancio. En eso me topé con Fátima quien, fresca
como una lechuga, dijo: ¡qué rápido se pasó la semana, verdad mami!
¿Rápido? ¡Pero si es martes! Ella solo sonrió y yo terminé pensando: la
semana va más lenta que nunca…

¿Y entonces?


Entonces no había forma que Emilio se convenciera que Hulk no era un servidor público, después dio un poco su brazo a torcer y dijo que quería ir de Power Ranger… Luego de un intenso  cabildeo, logramos convencerlo que fuera de policía. Pero Emilio no contaba con la astucia de la mala memoria de su mamá y al final de cuentas, un olvido provocó que se fuera vestido de bombero…

¿A quién se parecerá?

Ximena me contó que un día de estos los del Tribunal Supremo Electoral (TSE) llegaron al colegio a darles una conferencia. Al finalizar, ella preguntó ¿por qué no habían dejado que Sandra Torres se inscribiera como candidata presidencial?   Al parecer no obtuvo una respuesta totalmente satisfactoria, porque cuando les pasaron una hoja para evaluar al conferencista, ella anotó que la actividad no fue relevante porque no habían respondido a las preguntas…

(…)

El sábado fue día de mañana deportiva en el colegio de Ximena y Fátima. Todos estaban emocionados por jugar pero sobretodo por ganar. Así que le dieron rienda suelta a las entradas a la lotería, la ruleta, el tesoro escondido, etc., etc.

La buena suerte le sonrió a todos, menos a Fátima quien estuvo a punto de regresar con las manos vacías. Digo a punto, porque Anneliese se conmovió y le regaló su cochinito-alcancía que tanto le había gustado.

¡Eres mi heroína, Anneliese! pensé… fui a darle un beso y un apapacho.

La duda existencial de Emilio

– Papi, papi – decía con insistencia Emilio.
– Qué manda
– Verdad que si yo soy fuego pantanoso y Nícolas es furia del agua, gano yo…

Yo solo pude pensar «se nota que es hombre»…

La verdadera terapia del habla

Nícolas ha ido poco a poco hablando más. Antes no podía pronunciar la e, hasta que un día dijo: ¡okey!  En otra ocasión,  con total soltura y de forma inesperada gritó: ¡Púchica!

No cabe duda que la terapia le ha ayudado, pero más aprende de los dicharachos de sus hermanos.

Amor zipeado

El sábado  tuvimos una
piñata en Chuck &Cheese. Todos los marimberos estaban emocionados porque es
un lugar al que solo vamos cuando nos invitan ;o)…  Anneliese tuvo la mala patita de amanecer
enferma por culpa de un helado de piña que más parecía piña colada por su grado de fermentación.  Así que con todo el
pesar del caso, se quedó en casa recuperándose de sus males estomacales.

Ya en la piñata, Ximena y Fátima tenían clara su buena obra
del día: se propusieron  ganar cuantos
tickets pudieran… todo para adquirir un juego de pinturas para la
enfermita. Jugaron y jugaron, ganaron y ganaron, soñaron y soñaron.  Pero la ilusión se las mató el ratón cuando
llegaron al centro de canje y les dijeron que el set de pinturas valía 2500
tickets….  Ellas solo tenían 330.  Así que la ilusión se convirtió en una pelota
diminuta de esas que uno consigue a Q2 en los mercados. Pero, nosotros les
dijimos: su hermana va a estar feliz de saber que todo el tiempo estuvieron
pendientes de ella y que se sacrificaron por llevarle algo.

Y en efecto, así
fue. Anneliese chineó la pelota de un lado para otro por los días de los días.

Elemental, mi querido
Watson
Unos amigos de Emilio llegaron a nuestra casa. Después de un
momento, tenían algo que querían preguntarme pero como no sabían mi nombre,
interrogaron a Nícolas
-¿Cómo se llama tu mamá?
– ¡Mami!, contestó Nícolas con total seguridad 
– No, pero cómo se llama…
-¡Mami!, dijo ya en un tono contundente.

Snif, snif
Como muchas mamás tengo la costumbre de preguntarle a mis hijos: ¿me quieres? Ante su respuesta afirmativa, el cuestionamiento obligado es ¿mucho o poco?  Hace tiempo se lo pregunté a Fátima y me dijo: ¡muchísimo!  
Me dio un abrazote y yo casi lloré…
Hurras mutuas
Emilio se enfrentaba al reto del 3 y Anneliese al de la Z en carta.  Con un día de diferencia, cada uno asumió el costo del aprendizaje.  Pero lo bonito era escuchar los ánimos que se daban:
– Sí podés Emilio, mirá lo bonito que te salió aquí… Solo dos pancitas y ya está el tres…

– Anneliese, recordá las dos pancitas y luego una bolita y ya lista la z. 
Y así los dos terminaron sus planas, con su lápiz más pequeño  y su amor fraternal más crecido.
¿Dio en el clavo?
Nuevamente la guerra de caras se hacía presente en mi casa… Ahora eran Nícolas y Emilio los contendientes. 
– Cara de silla
– Cara de papel
– Cara de cereal
– Cara de pantalón
En eso, Emilio lanzó la última de la noche:
– Cara de zuzu pet
– Oh, oh. -dijo Nícolas, quien al parecer aceptó que en algo se parecía a los famosos muñecos.Y ahí terminó la guerra.
¿Tenés que ir de qué?
– Mami, el jueves tengo de ir de garifunta.
– ¿De qué?
– ¡De garifunta!
– Puchis y qué es eso…
– Son unos que son morenitos y colochos y…
– ¡Ah! Tenés que ir de garífuna…
– Sí, de garifunta
 – Bueno, entonces vamos a pensar cómo te vestimos.  
Por dentro, mi cabeza se carcajeaba por la confusión de Anneliese.

Cero complicaciones

Mientras hacíamos nuestro paseo por los pasillos del supermercado, Emilio me preguntó: 
-Mami, ¿cuándo vamos a comprar malvaviscos?
– No, no vamos a comprar porque ustedes un mordisco les dan y allí los dejan, solo los desperdician y… 

Estaba dispuesta a seguir con mis argumentos cuando él me volvió  a preguntar:
– ¿Y qué son los malvaviscos, pues?

¡Firmes mami!

Nícolas podrá no ser el más madrugador de la familia, pero en cuanto se levanta se quiere meter a la regadera.  En estos días de descanso, él se despertaba y me daba tres besitos… mis ojos se abrían despacio y en cuanto se percataba que esta despierta, inmediatamente me decía cual sargento ¡añar!


Snif, snif
Hoy más que una anécdota quiero compartirles lo que Ximena me escribió en una de las tarjetas post-operatorias:

Te quiero mucho, eres mi mejor INSPIRACIÓN DEL MUNDO. Espero que salgas pronto, eres una buena MADRE. 

A legría de todos
N oble
D ulce
R isueña
E jemplo de todos
A mable.


Díganme si no es para que a uno le haga pum pum el corazón…

¿Quién despierta a quién?
La emoción del colegio despertó hoy a Emilio a las 4:25 a.m.  Yo todavía estaba despejando las nubes del sueño y él llegó a decirme que a qué hora íbamos a rematar las loncheras. Hicimos los panitos con salchicha, él decidió bañarse a las 4:55 y yo tratando de disuadirlo que postergara su ducha para la tarde. Pero él no quiso, así que las 5:15 estaba listo y dispuesto para desayunar, peinarse con copete y todo. Dice su abuelito Chepe que entró al colegio feliz y contento. Conclusión: la de la nostalgia era yo. 
La gel perfecta
Emilio anda ya con sus preocupaciones de peinados. Quiere que su copete quede parado y duro.  Un día, al regresar a mi casa lo encontré con el look perfecto. Le pregunté si él se había peinado… en efecto, mi querido hijo decidió peinarse a la moda y como fijador usó ¡pasta de dientes!  Pero eso no es todo.  Al poco tiempo, apareció Nícolas y él también llevaba el «nuevo fijador dental».

Duda existencial
Mis hijos andaban de posada en posada. Un día, con toda su inocencia, Emilio preguntó: ¿Por qué a la posada no llegan payasos si estamos celebrando el cumpleaños de un Niño? 


Pan pa´mi matate
La famosísima tía Lesbia compró un combo de cuetes para quemar el 7 de diciembre. Pero resultó que la «oferta» era trampa y la mitad del contenido no explotó, ni brilló, ni entusiasmó…  Dos días después, Lesbia aún seguía enojada por la estafa. Hablando de eso, Ximena le recomendó: «Anda a la DIACO a quejarte«.  Yo me sorprendí por la propuesta, pero también pensé: «mejor si no se entera dónde queda la PDH… no vaya a ser que ante un pequeño agravio me vaya a demandar…»

¡La imaginación todo lo puede!
Con un pepino como compañero, mis hijos se manguereaban en el patio. La verdad es que no había calor, estaba templadito… pero a ellos no les importó y siguieron mojándose. La vertical verdura les servía para imaginar que su voz era amplificada para que una gran audiencia los escuchara. De repente, Emilio, presa de la emoción le pidió a Anneliese: ¡pasame el micrófono!
Prueba de fuego
Fátima, Anneliese y Emilio andan en las vueltas de actuar en una pastorela. Anneliese dará vida a un ángel. El primer día andaba preocupada porque a ella no le habían dado sus diágolos. ¡A ver cómo le va cuando deba recitar sus líneas sobre el escenario!
Nervios nerviudos
Con motivo de su cumpleaños, a Emilio le regalaron una pistola Nerf… han de ser muy codiciadas pues ha sido sensación en los vecinos. Llegan a buscar constantemente a mi marimbero y todos se pelean por disparar y dar en el blanco. Mis hijas se ponen nerviosas: creen que los amigos echarán a perder la pistola, así que inventan descarados pretextos para que Emilio se entre y guarde el bendito juguete. Yo me quedo asombrada del repentino instinto protector para el más molestón de la familia…
¡Vaya, vaya!
La marimba en pleno iba saliendo de Misa cuando se encontró a múltiples amistades. Además, dos desconocidas pero adorables abuelitas se acercaron a nosotros para echarle flores a todos pero en especial a Nícolas, el de las pestañotas y las cejas encontradas. Al final de todos los halagos, todavía apareció una amistad más. Al final de todos los elogios, Ximena, con voz de gravedad, dijo: «Hay que aprender a vivir con la fama».
¿Hablar en qué?
En mi casa se ha desatado una furia por hablar en privado conmigo. Hay de todo en esas conversaciones: confesiones, chistes, rumores, peticiones… Pero lo que me divierte es que Emilio en lugar de decir «quiero hablar contigo en privado» dice: «quiero hablar contigo en prohibido».
Teléfono descompuesto
Un día regresé a mi casa y Anneliese me tenía un mandado. Me dijo: «Mami, te llamó una tu amiga y dice si la podes llamar allá arriba». Originalmente, el mensaje era que debía llamar a De La Riva (la empresa donde trabaja mi amiga…)
Celos de hermano
Emilio tiene unos amigos con los que sale a jugar. Es conocido que uno de ellos «pretende» a Anneliese. Lo peor es que a la colocha le entusiasma la idea. Un día entraron a la casa y Herbert le dirigió una mirada de amor a mi hija. Emilio, siempre atento y protector lo sentenció: «ni creas que te vas a casar con ella». Cuidadito con el hermano.
¡Lot…e…ría…?
En estos días de intensa lluvia, la Marimba ha optado por taparse y entretenerse con juegos tradicionales.  Un día jugábamos lotería y la emoción había crecido porque a algunos participantes les faltaba solo un frijolito por colocar y ganarse los dos pesitos que estaban al centro.  Quien cantaba dijo: «El símbolo nacional…», Anneliese sin dudar gritó ¡lotería!, porque ella tenía la marimba… Pero que si la bajaron de la moto cuando completaron la cantada, gritando: «la bandera».  
Sin prisa pero sin pausas
Un día de esos en los que el cansancio hace mella, Emilio me pidió que le contara un cuento antes que se fuera a dormir. Yo, por una fuerza extraña que se llama amor, le dije que sí. Después de terminar mi trabajo fui a la cama, e inventé un cuento al hilo de la imaginación. Todo empezó bien, pero las pausas por causa de los bostezos eran cada vez más frecuentes y más largas. Tanto así, que Emilio me decía en cada espacio en blanco: ¡ah pues, mami! ¡ah pues!
El mundo es de los vivos
Hace ya algún tiempo, Emilio decidió visitar el colegio de Anneliese. No tenía mi permiso ni el de Renato. Su hermana era  cómplice. Él se despertó temprano, se cambió, desayunó y le dijo a su abuelita que él iba a ir al colegio. Lo dijo con tal seguridad que Doña Linda no dudó en que tuviera el permiso respectivo. Llegó el bus y él hizo ademán de subirse. La tutora lo vio con extrañeza y Emilio se adelantó a la pregunta, diciendo: Yo ya me inscribí. Estuvo media mañana jugando a ser compañerito de clase de su hermana.  Renato y yo no teníamos idea de lo que nos esperaba cuando llamamos al colegio para hacer una consulta y la directora nos anunció:
-Aquí está Emilito.
-¡Emilio! grité yo…
-Sí, aquí está contento en el aula de Pre Kinder. No se preocupe. 
Yo, entre asustada y apenada, recordé que la noche anterior, el chiquirrín me había anunciado que él quería visitar el colegio. Yo le dije que no era posible, él asintió resignado… pero me di cuenta que yo fui una ingenua. 
Defectos imperdonables
Los ánimos estaban exaltados el domingo. Todos esperaban los resultados de las elecciones para saber si su candidato había ganado. Las competencias trascendían los lazos de hermandad. Sin embargo, llegó la disyuntiva de la presidencia. Fátima dijo: Baldizon (así, sin tilde) no me gusta, tiene los dientes amarillos.  
¡Qué talito!
Emilio tiene un adjetivo (nada elogioso) para cada uno de sus hermanos. De una dice que es mandona, del otro que es llorón y así se va con todos. Pero de él dice: «yo soy el gentil de la familia».  Bien dice el dicho: «si me miro, no me gusto… pero si me comparo»… 
¿Una qué?
Un día de estos, Ximena me pidió que le hiciera una cola en el cabello. Seguramente, yo aún tenía los ojos torcidos y la cola me salió… torcida. Pero a ella pareció gustarle. Tanto que ahora me dice ¿me puedes hacer una cola «inrecta»?
Así sí
Primer día laboral. Por supuesto que yo me resistía a dejar a mis hijos y al paraíso terrenal que vive en mi casa.  Pero bueno, me arreglé con estoicismo y con algo de buen gusto. Emilio despertó temprano, me vió antes de partir y me dijo: Mami, ¡qué ninda!  Así sí voy a donde sea, pensé. 
Ejem, ejem…

Cierto día, Emilio y Nícolas agarraron cáscaras de huevo y las tiraban contra el piso. Yo les dije, ¡muchá si siguen haciendo eso, al terminar ustedes van a recoger todo! En efecto, cuando terminaron Emilio agarró la escoba y la pala y trató de pseudobarrer. Nícolas andaba atras de él tratando que la jugarreta siguiera. El hermano mayor respondió: Nícolas, no voy a jugar, ¿no ves que ya soy un adulto?

Con las manos en la masa

Una tarde de cafecito, Ximena y yo conversábamos a pierna cruzada. Yo no me dí cuenta que me llevaba la cuenta de los panes que me estaba comiendo. Cuando agarré otro, la Xime me dijo: ¡mami, vas a engordar! Me ruboricé y le dije: ¡este es el último!

Verde, verde, verde…

Un día de limpieza y de tiradero de cosas, yo iba a deshacerme de una cajita que contenía leche. Emilio me vió y me preguntó «¿qué vas a hacer con esa caja?», «la voy a tirar» -respondí-, «es mejor reciclar que tirar, ¿me la regalas para reciclarla». Se la di y él fabricó un simpático avión.

¿Cuál es la diferencia?

Emilio está cuasi fracturado: el lunes se dio un golpazo en la nariz y ahora buena parte de su rostro es morado y está inflamado, como es un hombre coqueto y preocupado de su aspecto, cada poco tiempo pregunta ¿todavía lo tengo inflamable? Por más que yo lo corrijo, diciéndole «inflamado», él no cambia su palabra por nada.

El paraíso terrenal

Cerca de nuestra casa hay un terreno plano y en el que aún quedan espacios sin construir. Para mis hijos este lugar es como el paraíso terrenal de la diversión. No hay nada pero ellos mueren por ir… en cuanto Renato llega del trabajo (o incluso le hablan por teléfono) la pregunta obligada es ¿podemos ir allá abajo? Y se van pues, a ver rocas, un medio parque, calles y algunas casas. Cuando regresan su felicidad es parecida a la que pondrían si vinieran de Disney World.

Dos requisitos

Ximena opinó sobre las condiciones que en un mediano plazo debería cumplir Sebastián. Ella espera que: su hermano no sea travieso y sobre todo, que no tenga ¡faltas de ortografía! ¿Está difícil cumplir con los requerimientos, no?

Guerra de caras

En una de esas interminables peleas verbales se enfrascaron un día de estos Emilio y Anneliese.  Ambos trataban de encontrar las más originales ofensas para su adversario.
– Cara de botón, dijo Emilio.
– Cara de blusa, respondió Anneliese.
– Cara de grama
– Cara de control
– …

Y así estuvieron por laaaaaaaaaargo rato. Pero lo inverosímil llegó cuando Emilio dijo: Cara de la panza de mami. Yo al escuchar esto, me reí pero luego pensé: ¿tan ofensivo es mi estómago?

A la próxima, hay que preguntarle
El cumpleaños de Nícolas es este domingo 12 de junio. Su tía Lesbia muy previsora desde el fin de semana pasado ya tenía su regalo. El cumpleañero lo vio y su tía decidió que no haría sufrir la curiosidad del pequeñín. Nícolas abrió su regalo y sin mucho entusiasmo sacó unos calcetines. Lesbia le dijo: llevátelos a tu casa, a lo que él respondió: No, atas… (no, gracias)
Cuando tú vas, yo ya vengo

Un día de estos almorzábamos en familia. Como todas las mamás, yo estaba agradecida porque había salido de una faena alimenticia más. Sin embargo, Fátima cuando terminó de comer, pregunto ¿mami, qué vas a hacer mañana de almorzar? Yo solo crucé los ojos y no le respondí.
Aristóteles estaría orgulloso
Ximena y Anneliese discutían acaloradamente después del desayuno. Anneliese insistía «¿pero por qué los hombres no pueden tener bebés?» Ximena, le respondía con las más sencillas nociones biológicas…  Al final, la colochita se dio por vencida y los argumentos de su hermana la convencieron y se hizo su discípula. Sin embargo, no aguantó la curiosidad y le preguntó ¿y vos, cómo sabes eso? Ximena, le dijo: «porque razono».
No pude dejar de apostarme a mí misma: «cuando Ximena crezca, engrosará las filas de admiradoras de Aristóteles… tal y como lo hace su madre».

¡Ah, pero qué ternura!
A Emilio se le va acercando la hora de dejar la pachita… A algunos de nuestros hijos les ha costado más, a otros menos.  No sé cómo le va a ir a él con este tema, pero la verdad es que un día de pasiones fraternales dijo: «Cuando mi hermanito nazca, le voy a regalar mi pachita».   
¡La gramática, por favor, la gramática!
Emilio y Anneliese, fieles a los silogismos infantiles, dicen la agua y no el agua. Ximena, fiel a su esencia ortográfica, los vive corrigiendo: ¡es el agua!, ¡niños, cuándo se les va a quedar la palabrita! Después de un corto silencio, ella misma se corrige y dice: ¿¡Cuándo se les va a quedar el artículo!?
Pulso quiere la vida
Anneliese tuvo su «Día de verano» en el colegio. Una de las maravillosas actividades del mágico día era la guerra de globos llenos de agua. Seguramente el blanco al que ella apuntó se movió durante la trayectoria del globo, pues al terminar el recorrido la bomba de agua fue a dar fuera del colegio y mojó en toda su plenitud a don Rubén, el señor del bus. Anneliese lo contó entre divertida y apenada… aunque por ser quien es creo que estaba más divertida que apenada.
Oler a hombre y a ¿flores?
Ya habíamos documentado que una de las manías de Emilio era echarse Axe Chocolate. Pero, cuando la piel demanda humectación, él rechaza enfáticamente la sosa crema Lubriderm. Ésta no huele a nada al fin y al cabo. Sin embargo, exige que  le comparta mi crema con olor a pétalos, la cual se unta con una dedicación envidiable.  Por lo menos, ya sé cuál será el regalo oficial para las novias.  
 La hija de la Luna
Cuando Renato y yo pensábamos que nuestro día no podía iniciar más temprano, a Fátima se le ocurrió una brillante idea.  Un día que aterrizamos a las 5:45 a.m. en su colegio, ella descubrió la hora ideal para coincidir con una maestra a la que quiere mucho y ayudarla a limpiar los escritorios de su clase. Así que decidida a no perder la oportunidad de convivir con Miss Vilma, nos preguntó ¿será que mañana podemos madrugar? Por respuesta obtuvo los ojos cruzados de su mamá y la incredulidad de su papá…
Escándalo de los ancestros y de los contemporáneos
Contentos los tres, viajábamos en el carro Renato, Nícolas y yo. Pasamos frente al monumento de nuestro Héroe Nacional.  Y Nícolas, con una gran emoción, lo señaló y dijo: ¡aña! (o sea, hombre araña).  Yo morí de la risa, pero luego me pregunté: ¿qué pensaría GIuseppe Calvinisti -vocero presidencial- de esta grave confusión?  Él afirmó en una entrevista que de todos los personajes históricos, admiraba a Tecún Umán…
¡Ay la genética!
Cuando los nervios aprietan, yo tengo una alta tendencia a cantinflear.  Es uno de esos pendientes vitales que algún día tendré que erradicar de mi personalidad. Pero, para mientras, descubro con susto que Fátima lo ha heredado. No sé si es porque tiene una imaginación muy cultivada o simplemente porque así es su estilo, pero cuando cuenta algo que le afectó mucho (para bien o para mal) siempre narra una de vaqueros.  Ayer, mientras íbamos de regreso a nuestra casa, nos contó que una compañera la había mojado y que por suerte, ella se salvó del regaño de una maestra.  Pero todo eso, lo sumergió en un mar de detalles que  yo tuve que hacer un esfuerzo sobrehumano para concentrarme y no perder el hilo de la situación.   Bueno -pensé- por lo menos no «habla con faltas de ortografía«, como diría Cantinflas.
Íconos
Nícolas me acompañaba a leer la prensa. De repente apareció una foto de Micky Mouse que por supuesto lo emocionó. Tanto, tanto que yo avanzaba dos hojas y retrocedía porque él quería volver a Micky.  El amor por el ratón se acabó cuando apareció una foto de Shakira. Me sorprendió que el Nick sin titubear dijera ¡oca!,¡oca!… es decir, ¡loca, loca!, la canción de Shakira por la que él muere. 
Ve pues…
Algunas veces Ximena me sorprende con sus iniciativas. Hace poco, mientras hacía sus tareas, dijo: me gustaría tener una maestra estricta. 
-¡¿Por qué? le preguntamos Renato y yo.
– Porque con una maestra exigente uno aprende más…
– Mmm. y ¿tu maestra no estricta? le pregunté yo.
– No, porque nos trata como bebés; fue su contundente respuesta. 
Si no lo sabes, yo te cuento
Mis hijas insisten en ver asiduamente el Discovery Home and Health. Les hemos dado permiso para ver algunos programas y les hemos enseñado que cuando pasen anuncios fuera de onda, cambien de canal mientras éstos terminan. Poco a poco han aprendido y de hecho cuando juntos vemos «Perder para ganar» son ellas mismas quienes se paran y cambian.
Sin embargo, siempre sienten curiosidad por programas como «Emergencias bizarras» y «No sabía que estaba embarazada», aunque les he pedido que no los miren, ellas siguen al frente y con la venia de los abuelitos, algunas veces se saltan la regla… Un día, Anneliese, me vio seriamente y me dijo: Mami, ¿tú sabes que estás embarazada? Yo me reí con ganas y le dije: Sí, guapura… desde hace cuatro meses.
GRAVES problemas 
Nícolas tiene un peculiar hábito: mientras se adormece o toma pacha ¡necesita! una oreja que acariciar. Es ineludible. No importa de quién sea con tal que se trate de un pabellón humano. Un día, él y Emilio estaban acostados tomando pacha.  De repente, se oyeron unos desgarradores gritos de Nícolas. Mi cuñada, alarmada preguntó: ¿qué pasó? Emilio puso cara de inocencia y respondió: es que le quité mi orejita.  Valga decir que para consolar a Nícolas, hubo de sustituir la oreja de Emilio.  Yo me pregunto ¿dónde podré conseguir una oreja tan real, tan real que pueda engañar al querubín de la familia? 
¿Qué hago con esta energía?
Anneliese, inquieta de profesión, vive golpeando a sus hermanos. A veces por accidente, a veces con alevosía y ventaja.  Ahora, quiere que la inscribamos a clases de karate. ¡! Renato y yo preferimos guardar silencio, creo que ninguno de los dos desea imaginar lo que sucedería si alguien le enseña a propinar golpes de forma tan certera.  Sin embargo, en cada oportunidad que tiene, afirma que ella tiene mucha energía y que debe saber karate.
¡¿Wala?!
La Xime es de las más preocupadas por cumplir a cabalidad con sus tareas y responsabilidades académicas. Un mal día, salimos tarde de nuestra casa porque yo había elegido una ropa y cuando me la puse ¡tas! ya no me gustó.  Cuando subí al carro, Ximena, muy seria, me dijo: «¿Puedo darte una sugerencia, mami? Pienso que desde la noche deberías elegir y probarte tu ropa. Si no te gusta, de una vez preparas otra y ¡wala! salimos en punto».  Yo respiré profundo y le respondí: tienes razón, voy a tratar. Por dentro, recordé la frase de Cantinflas «A sus  órdenes, jefe».
¿Qué es lo que no cuadra?
Emilio tiene una frase atravesada en la mente…  Cualquier situación que enfrenta o comentario que escucha, él acota: No tiene sentido. Yo le pregunto: ¿qué es lo que no tiene sentido?  Levanta sus hombros y sigue jugando como si todo en el mundo conservara la mismísima armonía de los inicios de los tiempos.
Creo que tenemos un problema
Anneliese es una de nuestras hijas más novieras. Un día en el que terminaron de ver Shrek 4, Renato le dijo a Anneliese: «Ese Rumpel sí que es malo«. Ella le respondió: sí, pero es guapo. Su papá insistió: «… pero es muy malo» y ella no dio su brazo a torcer: «sí, pero es muy guapo».  Así que ahora no sé por qué preocuparme más, si por sus parámetros torcidos de belleza o porque para ella el amor, literalmente, es ciego.
La segunda madre…
Fátima siempre se ha caracterizado por ser la segunda madre de mis hijos. Si llora Nícolas, es la primera que está ahí para consolarlo y así, con todo.  Uno de estos días de reinicio laboral, llamé para saber cómo estaban  mis pupilos.  
Me contestó Ximena y me contó quiénes tenían estrellita y quiénes no.  Me dijo Emilio está castigado ahorita. Así, ¿y quién lo castigó? le pregunté. Sin vacilar, me respondió: Fátima.

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