«Un amigo que tiene bastantes conocidos en el extranjero me pasó la app Sarahah. Yo ya conocía y había utilizado la aplicación similar ASK.fm que funciona bastante igual. Personas pueden dejar preguntas anónimas o no, y uno responde de forma pública.
Quería saber si esta app Sarahah iba a ser utilizada igual. En Ask la gente preguntaba, acusaba, acosaba y dejaba mensajes muy malintencionados resguardándose en el anonimato. Pensando que Sarahah funcionaba de la misma manera pero sin respuesta, lo más obvio es que lo utilizaran de la misma manera pero quise probar si el resultado sería diferente pues las instrucciones de la app era dejar feedback positivo.
Lo que hice fue copiar el link de la app en mi Facebook primero. En esta red social solo tengo personas que conozco y he entablado conversaciones con ellas. No acepto a nadie con quien que no haya tenido algún tipo de interacción previa. Los desconocidos no están en mi FB. Pasó un momento y empecé a recibir mensajes negativos y acosadores diciendo cosas que ni siquiera yo sabía que había hecho… Luego ya lo posteé en mi cuenta de Twitter, allí la cuenta es abierta cualquiera me puede seguir, pero nuevamente me siguen porque se supone les interesa o agrada lo que publico o posteo en la red. Siguieron entrando mensajes negativos (un 60% frente a un 40% de positivos).
Me acusan de muchas cosas que no soy porque se nota que realmente no me conocen lo suficiente como para saber mi verdadero carácter. Hasta me acusaron de matar a mi hermana. Si, en efecto, tuve una hermana pero nació con una enfermedad congénita y murió al tercer día en el hospital, yo tenía unos 11 años. No mucha gente lo sabe y dudo mucho que si me acusaron de eso, fuera basado en el hecho real. Por lo visto tengo una vida mucho más radical, “interesante” de telenovela, según las personas que me siguen. La teoría, es que muchos de esos mensajes fueron escritos por mujeres hasta cierto punto celosas. Yo no me considero gran cosa, es más tengo mis propios problemas de autoestima y autovaloración, no presumo de ser una persona excepcional.
Realmente solo alguien lleno de odio o celos puede escribir cosas así de malvadas.
Solo volví a comprobar lo mismo, el anonimato es un arma, que la gente utiliza para hacer de menos a otras personas.
Según mi experiencia personal, los niños y adolescentes no están preparados para usarla. Ellos aún están formando su personalidad, carácter y fuerza emocional. Con ataques así desde pequeños seguramente les afectaría en su desarrollo de la autoestima y el autorrespeto, pensando que no valen nada y que lo que dicen de ellos es cierto. No saben diferenciar aún cuales son las opiniones que hay que tomar en cuenta y cuáles no. Durante mi adolescencia, sufrí bullying… la opinión de los demás pesó mucho durante esa etapa. Era muy fácil hacerme sentir mal al respecto de las cosas que hacía. Recibir mensajes negativos me hubiera afectado mucho, por lo mismo que son personas conocidas.
Ahora, soy una mujer de 30 años que he aprendido con las experiencias de la vida que la opinión que más importa es la que uno tiene de sí mismo, cada quien juzga según su condición y que en muchas ocasiones las opiniones externas no son necesariamente válidas. Siempre dependen desde donde sean emitidas. Pero, es algo que se aprende con los años, con las experiencias e incluso con las experiencias de los demás«.
La persona que compartió su experiencia, nos pidió mantener su identidad en privado.