Juro que no fue solo por curiosidad. Entré porque había recibido ciertas alertas y decidí averiguarlo personalmente.  Y aunque sé que en las redes sociales y en internet hay contenido muy valioso, educativo y divertido; también comprobé que existe contenido subido de tono al que nuestros hijos acceden continuamente.

Hablamos de los grises. No se trata de pornografía (aunque la hay y de muy fácil acceso para los niños y adolescentes si no tenemos cuidado), sino de contenido “colorado” al que cualquiera de nuestros hijos tendrá acceso con solo dar like a una fanpage, seguir a alguien en Instagram o recibir un mensaje privado en Snapchat.  Quizá reparamos poco en lo que este contenido puede causar en nuestros hijos, pero es importante hacerlo.

Cada muro es un mundo

Ingresé con autorización a varios perfiles de niñas entre 12 y 14 años. La mayoría de los perfiles que consulté fueron de Facebook, pues Guatemala aún ocupa el primer lugar en Centroamérica en número de usuarios (5,300,000 según el último estudio realizado por iLifebelt). Sin embargo, redes como Whatsapp, Instagram y Snapchat han experimentado un crecimiento vertiginoso en poco tiempo; y obviamente son escenarios de difusión de contenido que hay que tener en cuenta para afinar nuestras estrategias.

Snapchat ha llegado a ser la preferida por 72% de los jóvenes estadounidenses de 12 a 24 años y es la red social con mayor crecimiento entre los menores de 11 años.

Pero, concentrémonos en los hallazgos.  En una exploración rápida en varios perfiles, vi que en todos existe una tendencia a seguir las publicaciones de páginas que se caracterizan por su carácter divertido, pero que al mismo tiempo presentan imágenes y titulares provocativos. Seleccioné unos pocos ejemplos para darte una idea sobre lo que los adolescentes encuentran pegado a su muro cuando acceden a Facebook o Instagram, sin que los padres podamos conocer  qué ven o leen nuestros hijos en redes sociales.

Títulos (¡e imágenes!) como “Tener SEXO entre amigos fortalece la amistad, comprobado por estudios”; “Siete tipos de besos que pondrán cachondo a tu novio en segundos”, “11 actrices infantiles que hoy son las mujeres más buenas del mundo”…, pueden encontrarse en el muro de casi cualquier joven. Y no digamos lo que un adolescente puede encontrar en Instagram si es seguidor de Kim Kardashian (actualmente tiene casi 98 millones de seguidores) o Justin Bieber. Las imágenes pasan la frontera del contenido que nos gustaría que nuestros hijos vieran a su edad.

 

 

Sí, el contenido puede ser un enemigo silencioso que quizá nunca nos preocupará del todo. El investigador educativo Guillermo Mazariegos, afirma que “la niñez y especialmente la adolescencia es una etapa de construcción de la propia personalidad, por lo tanto las redes sociales pueden provocar tanto efectos positivos como negativos. El problema que se plantea al abordar esta temática, es la dificultad que se tiene, en estas etapas de la vida de saber diferenciar con claridad lo que es privado y lo que puede ser público”.

La pregunta básica podría ser entonces, ¿qué insumos online permitimos o incluso facilitamos a nuestros hijos para que construyan su yo y la visión de su entorno? Sin duda, muchos de ellos los están encontrando en las redes sociales.

Por ejemplo, la investigación científica Safe Social Media,  realizada por Intermedia, CeCe y Davide.it, nos brinda varios datos interesantes. Algunos de estos son que el 34% de los adolescentes se manifiesta dispuesto a hacer cosas emocionantes por diversión, incluso si son peligrosas; o que el 6% de los adolescentes encuestados recibe mensajes de contenido sexual de sus amigos.

Angel Miquel Aymar, miembro de Interaxiongroup y entrevistado vía digital para este reportaje, afirma que algunas redes presentan de base algunos inconvenientes relevantes, lo cual no significa que sean intrínsecamente malas. “Por ejemplo, redes sociales como Snapchat que hacen publicidad de la eliminación de sus mensajes después de unos segundos las ha convertido en varias ocasiones en hervideros de sexting y de ciberbulismo. O la más reciente Musical.ly App tiene muchos contenidos inadecuados para públicos más jóvenes, aunque puede ser muy divertida si se utiliza correctamente. (…) Finalmente, entre los adolescentes y los jóvenes, tienen un éxito no menor las Redes Geosociales, pensadas para contactar con desconocidos con los que quedas en la vida real. Tinder no solo es una de las más famosas (con 50 millones de usuarios activos), sino que es la que ha añadido recientemente una guía médica para no contraer infecciones sexuales: y con esto, está todo dicho”.

“Formar niños en un mundo de adultos”

La investigación de Intermedia, deja al descubierto datos interesantes (y al mismo tiempo, preocupantes) pues afirma que aunque un “66.9% de los adolescentes cuentan con un alto nivel de supervisión: sus padres saben qué hacen con su tiempo libre, se interesan de sus estudios, etc. Sin embargo, la mediación mediática es muy baja: un 42.2% de padres no controla el tiempo que sus hijos dedican a ver TV, jugar videojuegos o estar conectados a Internet”.

El mismo estudio da cuenta que el 60.4% de adolescentes NUNCA O CASI NUNCA HABLA con sus padres sobre lo que hace o le sucede en Internet.

En otras palabras, nuestros hijos podrían estar navegando a la deriva. En el siguiente vídeo, la organización Common Sense brinda consejos prácticos para orientar a tus hijos.

Miquel afirma que los padres tienen una gran oportunidad para educar. “Los contenidos disponibles en las redes sociales suelen presentar un mundo adulto y que está abierto a todas las  edades. Evidentemente, la preocupación de los padres es grande en este sentido: hay que formar niños en un mundo adulto, que no es poca cosa. Hay que saber por eso poner límites a contenidos que se ven en la red, tanto formativos como técnicos.  Sin embargo, no todo es negativo en cuanto a contenidos. Es más, se puede participar activamente de las redes sociales sin caer necesariamente en contenidos dañinos, engañosos o irrelevantes”.

Y nos da entonces el elixir de la educación “La clave está en enseñarle a los hijos cómo publicar o juzgar lo que otros publican. Tener conversaciones con los hijos sobre lo que ven online, para enseñarles a desarrollar un sano espíritu crítico, es también una oportunidad formativa. Requiere tiempo y dedicación, pero si las redes sociales son una verdadera extensión de la propia vida, los contenidos y las relaciones que establecerán online pueden ser muy positivos”.

Muchas redes, una respuesta

Como padres puede resultarnos abrumador saber que cada vez existen nuevas redes sociales y con ellas, nuevos retos. Entonces, ¿cuáles son los hábitos que los papás podemos inculcar a nuestros hijos para que tengan una vida digital saludable y sepan elegir los contenidos a los que acceden?

Mazariegos nos brinda cinco recomendaciones para que desde nuestro hogar podamos ser una guía activa para nuestros hijos:

  • Mantén una comunicación activa con tus hijos
  • Procura que el espacio familiar favorezca el diálogo
  • Incentiva el uso adecuado del tiempo libre “desconectado”: por ejemplo hobbies, deportes, etc.
  • Conéctate con tus hijos en las redes sociales y explícales porque se debe respetar la edad en la que se recomienda que se den de alta.

Subraya además que habrá redes sociales que necesiten más supervisión que otras. Entre ellas están: WhatsApp, Youtube e Instagram.

Angel Miquel Aymar, pone de nuevo las cartas sobre la mesa: “En primer lugar, los padres tienen que conseguir ser la primera y principal referencia. No es un trabajo fácil pero hay que construir puentes de confianza con los adolescentes y niños».

«La clave no es espiar sus vidas on line, sino conseguir que los niños acudan en busca de consejo».

«En edades más tempranas -continúa Miquel- hay que estar atento a que sean los padres quienes decidan si la hija o el hijo pueden participar en alguna red social. (…) Todos, no solo los adolescentes, tenemos que aprender a construirnos una verdadera identidad digital que refleje nuestra personalidad, sin caer en las ganas de atraer más amigos o likes.  El caso de la modelo australiana Essena O’Neil, quien decidió quitar sus fotografías idílicas de Instagram porque estaba harta de presentarse como en realidad no era, es un buen ejemplo a proponer. Personalidad es en parte atreverse a ser uno mismo sin importar la opinión de los demás”.

Interaxion Group imparte on line el curso Estilos de vida digitales maduros y responsables así como el curso Redes sociales y su impacto en los adolescentes.

Al final de cuentas, la respuesta sí parece ser la misma para todas las redes sociales sin importar las nuevas dinámicas que estas presenten, y se resume en una infalible receta: comunicación y confianza + dedicación de tiempo + formar un sano espíritu crítico que ayude a nuestros hijos a acceder al mejor contenido y aprovechar las oportunidades que el mundo digital les ofrece.

Soy mamá de seis hijos y directora editorial de Niu. Me confieso como lectora empedernida y genéticamente despistada. Escribo para cerrar mi círculo vital.