La Marimbita Contreras Motta
Por Marta Sandoval/elPeriódico
La mañana es una locura. Cuatro uniformes, cuatro loncheras,
cuatro bolsones con los libros necesarios, cuatro niños a bañarse por turnos,
cuatro cepillos de dientes en acción, un bebé medio dormido que pide la pacha,
tres niñas que necesitan colitas en su pelo y sólo dos papás corriendo para que
lleguen a tiempo al colegio. Andrea y Renato son padres de cinco niños (de 8,
7, 5, 3 y 2 años) y todas las aventuras para llevar las riendas de una familia
grande, las cuelgan en la red. Su blog se ha convertido en una especie de guía
para aquellos padres desesperados con sólo dos niños. ¿Cómo hacen los que
tienen cinco? Las respuestas están en la web, en un post en donde el buen humor
es el protagonista.
cuatro bolsones con los libros necesarios, cuatro niños a bañarse por turnos,
cuatro cepillos de dientes en acción, un bebé medio dormido que pide la pacha,
tres niñas que necesitan colitas en su pelo y sólo dos papás corriendo para que
lleguen a tiempo al colegio. Andrea y Renato son padres de cinco niños (de 8,
7, 5, 3 y 2 años) y todas las aventuras para llevar las riendas de una familia
grande, las cuelgan en la red. Su blog se ha convertido en una especie de guía
para aquellos padres desesperados con sólo dos niños. ¿Cómo hacen los que
tienen cinco? Las respuestas están en la web, en un post en donde el buen humor
es el protagonista.
La odisea de arreglar a cinco niños para llegar a
tiempo a unos quince años. Confeccionar los disfraces más originales con puro
material reciclado (incluyendo uno de zorrillo) o coordinar un viaje largo para
siete personas en un carro de dos filas (con las constantes peleas del tipo:
“Ximena se montó encima de mí… no, fue Fátima la que se metió abajo), son algunas
de las anécdotas que narran.
tiempo a unos quince años. Confeccionar los disfraces más originales con puro
material reciclado (incluyendo uno de zorrillo) o coordinar un viaje largo para
siete personas en un carro de dos filas (con las constantes peleas del tipo:
“Ximena se montó encima de mí… no, fue Fátima la que se metió abajo), son algunas
de las anécdotas que narran.
La idea de escribirlo nació cuando a Andrea Motta,
de 31 años y profesora universitaria, todos sus amigos le pedían consejos, “y
cómo hacen para…” eran preguntas de todos los días. Así que Andrea pensó en
combinar sus dos pasiones: la literatura y su familia.
de 31 años y profesora universitaria, todos sus amigos le pedían consejos, “y
cómo hacen para…” eran preguntas de todos los días. Así que Andrea pensó en
combinar sus dos pasiones: la literatura y su familia.
“Muchos amigos dicen que ya con hijos no se puede
hacer nada, que sólo hay que pensar en cómo pagar el colegio”, cuenta Andrea.
“La familia ha tenido un mal prestigio como de que sólo es una carga, y es
verdad que hay momentos en los que uno pide auxilio, pero la mayoría de
situaciones son motivo de alegría”. El blog es también un intento por
reivindicar los momentos cotidianos como experiencias maravillosas. “Creo que
hay que aprender a gozarse a los hijos y a gozarse el día a día”, dice Andrea.
Los Contreras Motta, no decidieron tener cinco hijos por convicciones
religiosas. Lo hicieron porque tener una familia grande para ellos es motivo de
alegría. “Los dos, Renato mi esposo y yo, venimos de familias numerosas. Ese
ambiente de algarabía lo tuvimos siempre” cuenta Andrea. “Decidimos estar
abiertos a la vida, porque éste es el don más preciado, independientemente de
la religión que se profese. Efectivamente, algunas personas lo unen incluso al
fanatismo religioso, pero no debería ser así: la vida es un regalo… Por
supuesto, el espíritu cristiano nos ayuda a ver la vida como un don,
tener optimismo y esperanza ante las dificultades. Sin embargo,
cuando escucho que los que decidimos tener una familia numerosa es únicamente
por convicción religiosa viene a mi memoria aquella famosa frase de Chesterton
«Estoy orgulloso de verme atado por dogmas anticuados porque sólo el dogma
razonable vive lo bastante para que se le llame anticuado». Además
pensamos que es más fácil educar en virtudes en una familia grande, porque
muchas cosas se dan con espontaneidad. La solidaridad, el compartir y la
austeridad, se dan más fácilmente. Aprenden que no están solos en este mundo”.
hacer nada, que sólo hay que pensar en cómo pagar el colegio”, cuenta Andrea.
“La familia ha tenido un mal prestigio como de que sólo es una carga, y es
verdad que hay momentos en los que uno pide auxilio, pero la mayoría de
situaciones son motivo de alegría”. El blog es también un intento por
reivindicar los momentos cotidianos como experiencias maravillosas. “Creo que
hay que aprender a gozarse a los hijos y a gozarse el día a día”, dice Andrea.
Los Contreras Motta, no decidieron tener cinco hijos por convicciones
religiosas. Lo hicieron porque tener una familia grande para ellos es motivo de
alegría. “Los dos, Renato mi esposo y yo, venimos de familias numerosas. Ese
ambiente de algarabía lo tuvimos siempre” cuenta Andrea. “Decidimos estar
abiertos a la vida, porque éste es el don más preciado, independientemente de
la religión que se profese. Efectivamente, algunas personas lo unen incluso al
fanatismo religioso, pero no debería ser así: la vida es un regalo… Por
supuesto, el espíritu cristiano nos ayuda a ver la vida como un don,
tener optimismo y esperanza ante las dificultades. Sin embargo,
cuando escucho que los que decidimos tener una familia numerosa es únicamente
por convicción religiosa viene a mi memoria aquella famosa frase de Chesterton
«Estoy orgulloso de verme atado por dogmas anticuados porque sólo el dogma
razonable vive lo bastante para que se le llame anticuado». Además
pensamos que es más fácil educar en virtudes en una familia grande, porque
muchas cosas se dan con espontaneidad. La solidaridad, el compartir y la
austeridad, se dan más fácilmente. Aprenden que no están solos en este mundo”.
Para vivir con cinco niños hay que tener, sobre
todo, mucha paciencia y organización. Los horarios para ver televisión están
marcados. A las ocho y media todo mundo a dormir. Y a las cinco treinta
empiezan las carreras para llegar a tiempo al colegio. Al mediodía, Renato
llega a casa a recibir a los pequeños que llegan de estudiar y a darles
almuerzo. Cuando Andrea vuelve tendrá que ayudar con las tareas.
todo, mucha paciencia y organización. Los horarios para ver televisión están
marcados. A las ocho y media todo mundo a dormir. Y a las cinco treinta
empiezan las carreras para llegar a tiempo al colegio. Al mediodía, Renato
llega a casa a recibir a los pequeños que llegan de estudiar y a darles
almuerzo. Cuando Andrea vuelve tendrá que ayudar con las tareas.
Con cinco hijos calmar una pelea no es nada
sencillo. “¡Ximena y Fátima tranquilas!”, grita la mamá, mientras Fátima la
mira airada desde el sofá: ella no está haciendo nada. “Perdón, quise decir
Fátima y Anneliese”. Y otra vez Fátima levanta las cejas. “Bueno, quietas
muchá”, dice mejor, antes de seguir confundiendo nombres. Justo entonces el
perro Rabito suelta a ladrar. “No moleste, Nicolás”, le recrimina Andrea; su
hijo Nicolás la mira desde un sillón: “¿le dijiste mi nombre al perro?”.
sencillo. “¡Ximena y Fátima tranquilas!”, grita la mamá, mientras Fátima la
mira airada desde el sofá: ella no está haciendo nada. “Perdón, quise decir
Fátima y Anneliese”. Y otra vez Fátima levanta las cejas. “Bueno, quietas
muchá”, dice mejor, antes de seguir confundiendo nombres. Justo entonces el
perro Rabito suelta a ladrar. “No moleste, Nicolás”, le recrimina Andrea; su
hijo Nicolás la mira desde un sillón: “¿le dijiste mi nombre al perro?”.
La pregunta que les hacen constantemente es si
piensan cerrar ya la fábrica y ellos contestan: “No vamos a cerrar la fábrica
porque lo que salen no son productos, sino seres humanos a los que podemos
educar y contribuir con ellos a una mejor sociedad. La mayoría de guatemaltecos
lo que queremos es un mejor país, y nosotros pensamos que nuestra forma de
trascender es educando bien a nuestros hijos”.
piensan cerrar ya la fábrica y ellos contestan: “No vamos a cerrar la fábrica
porque lo que salen no son productos, sino seres humanos a los que podemos
educar y contribuir con ellos a una mejor sociedad. La mayoría de guatemaltecos
lo que queremos es un mejor país, y nosotros pensamos que nuestra forma de
trascender es educando bien a nuestros hijos”.
Nunca han hablado de un número exacto de hijos. “La
paternidad responsable para nosotros no es sinónimo de no tener hijos, sino de
ver objetivamente cuántos podemos atender, educar, dedicarles tiempo, siempre
que podamos hacerlo vamos a tener más hijos. Queremos darles lo mejor, pero no
lo mejor económicamente, sino lo mejor de nosotros”.
paternidad responsable para nosotros no es sinónimo de no tener hijos, sino de
ver objetivamente cuántos podemos atender, educar, dedicarles tiempo, siempre
que podamos hacerlo vamos a tener más hijos. Queremos darles lo mejor, pero no
lo mejor económicamente, sino lo mejor de nosotros”.
Es difícil de creer que en una casa donde viven 7
personas el recibo de la luz llegue por Q66 mensuales. Sólo tienen una
televisión, lo que les sirve para enseñarles a los niños a compartir, a ceder
espacios a los demás y a que hay mucha más vida, afuera en el jardín o en el
bosque que está cerca de casa, que frente a la pantalla. La idea de comprar un
juego de video fue desechada luego de que Andrea y Renato les plantearan la
pregunta a sus hijos “¿El wii o la vida?”, y por la vida se referían a las
tardes de mímica que juegan en familia o a lanzarse sentados en cartones de una
ladera. Los mismos niños optaron por la vida.
personas el recibo de la luz llegue por Q66 mensuales. Sólo tienen una
televisión, lo que les sirve para enseñarles a los niños a compartir, a ceder
espacios a los demás y a que hay mucha más vida, afuera en el jardín o en el
bosque que está cerca de casa, que frente a la pantalla. La idea de comprar un
juego de video fue desechada luego de que Andrea y Renato les plantearan la
pregunta a sus hijos “¿El wii o la vida?”, y por la vida se referían a las
tardes de mímica que juegan en familia o a lanzarse sentados en cartones de una
ladera. Los mismos niños optaron por la vida.
Una pregunta que les llueve a los Contreras Motta
es, ¿cómo pueden mantener a cinco niños? Ambos trabajan, ella en la universidad
y él administra una farmacia, a pesar de eso, “sí nos tronamos los dedos y sí
tenemos penas, pero las penas siempre son menos que las alegrías”, dice Andrea.
es, ¿cómo pueden mantener a cinco niños? Ambos trabajan, ella en la universidad
y él administra una farmacia, a pesar de eso, “sí nos tronamos los dedos y sí
tenemos penas, pero las penas siempre son menos que las alegrías”, dice Andrea.
El éxito del blog lo ha dado, además de los
consejos para padres, su calidad narrativa. No es para menos, Andrea es amante
de la literatura, aprovecha cada momento libre, como los viajes en bus todas
las mañanas, para leer. Chesterton, Chéjov o Tolkien nunca faltan en su
librera. Y cada semana se sienta a escribir un nuevo post sobre sus hijos y la
vida cotidiana. Su hija Ximena le dice que es una muy buena escritora, ella se
emociona, “¿por qué decís que soy una buena escritora?”, le pregunta la mamá
orgullosa. “Porque escribís sin ver el teclado”, le contesta la niña.
consejos para padres, su calidad narrativa. No es para menos, Andrea es amante
de la literatura, aprovecha cada momento libre, como los viajes en bus todas
las mañanas, para leer. Chesterton, Chéjov o Tolkien nunca faltan en su
librera. Y cada semana se sienta a escribir un nuevo post sobre sus hijos y la
vida cotidiana. Su hija Ximena le dice que es una muy buena escritora, ella se
emociona, “¿por qué decís que soy una buena escritora?”, le pregunta la mamá
orgullosa. “Porque escribís sin ver el teclado”, le contesta la niña.