Querida Mamá:

Siento muchísimo que hayas podido estar tan poco tiempo con tu bebé. Perder a nuestros hijos supone un drama terrible, horroroso, no hay experiencia humana que iguale el dolor de sentir cómo nuestras vidas, en un brevísimo lapso, se resquebrajan ante el peso de la inevitable realidad que supone el fallecimiento de nuestros bebés.

Querida Mamá, cuando perdemos a nuestros hijos/as, nuestro corazón se rompe en mil pedazos. Para poder recomponerlo y ponernos de nuevo en marcha, necesitamos mucho tiempo, mucho amor, consuelo, cariño, compañía y comprensión. Este amor, este cariño, esta comprensión, no solo tienen que venir del exterior, sino también, de nosotras.

No te odies, no te culpes, no te causes daño pensando que fue por un error que cometiste, por no haberte cuidado lo suficiente, por no haber sido precavida.

Muchas veces, en la vida, las circunstancias nos superan, se descontrolan y no podemos hacer nada para evitar que nos ocurran adversidades. No te juzgues, ámate, piénsate con cariño, con respeto, con comprensión.

Querida Mamá, no sientas que estás sola, muchas otras Mamás y Papás te acompañamos en tu dolor, estamos a tu lado y comprendemos tu pena. Esta pena, este dolor, necesitan ser expresados, sacados al exterior. No escuches consejos dañinos que minimizan tu pérdida, tu dolor. No les hagas caso a esas voces que te insinúan que debes permanecer en silencio y seguir hacia adelante como si nada hubiera pasado. Tu pena, tu dolor, tu pérdida son reales.

Querida Mamá, llora todo lo que tengas que llorar, no dejes de hacerlo, estás viviendo un duelo y tu corazón precisa aliviar su dolor, comunicar su pena. Llora todo lo que necesites, el llorar resulta fundamental para ayudarte a asimilar tu enorme pérdida, a comprender el inmenso drama que supone la marcha de tu bebé. Además, también es importante que hables, que expreses tus sentimientos, no los guardes para ti, comunícalos y recuerda, siempre que lo precises, habla de tu hijo/a, de cómo fue tu embarazo, de cómo te sentías, del dolor y la impotencia que te causan todas las ilusiones que has perdido, los planes que nunca podrás realizar, las vivencias que nunca llegarán. Habla de tu bebé, de que tu pequeño/a estuvo contigo, de que lo sentiste y notaste cómo vivía dentro de ti.

Debes saber que tu precioso bebé, tiene su lugar en tu vida y en tu familia. Aunque físicamente, ya no esté a tu lado, existió y siempre estará contigo, en tu corazón, en tus recuerdos, en tu ser. No calles, comunícate, habla con tu pareja, con personas que te acompañen sin juicios, sin opiniones dañinas y que sepan, en estos momentos de profunda tristeza y dolor, darte cariño y cobijarte desinteresadamente.

Querida Mamá, siento que tu pequeño/a se marchara tan pronto. Comprendo tu dolor, yo también sé lo que es perder a una hija y es demoledor. Recuerda, no estás sola, somos muchas las Mamás que te comprendemos y te apoyamos. Aquí estoy para lo que necesites.

Mamá de 4 niños, dos acá en la tierra y dos que viven en el cielo. Amo la lectura y escribir. Soy administradora de empresas y ahora administradora del hogar. Creo que aun en el peor de los dolores, podemos encontrar la mayor de nuestras misiones.